Conciertos
¿Dejará Flores tirados a sus clientes del Spacefest?
Aunque ya ha pagado a los DJ, el empresario del Arena sigue sin desvelar la ubicación del evento n Sus relaciones siguen vendiendo entradas. Vistalegre y Frabrik suenan como posibles escenarios
No es que Miguel Ángel Flores tenga mucha credibilidad como empresario –al menos, de cara a sus clientes–, es que estos días ha dejado «colgados» también a sus trabajadores. A lo largo de la semana pasada los empleados de la tienda de su marca estrella, Space Store, advirtieron a los interesados de que este sábado (ayer) sería el día en el que anunciarían el lugar definitivo de la «tradicional» fiesta del día 1 de enero de Space, la marca de la casa y el «producto» estrella de Flores, reconocida a nivel internacional. Tanto quienes querían comprar entradas para la cita, como los que ya las tenían pero querían devolverlas o, simplemente, enterarse de dónde se iba a celebrar –desde que nació, en 2007, siempre se ha celebrado en el Madrid Arena– llevaban varias semanas llamando sin parar a los teléfonos que aparecen en la web oficial del festival. Pero ayer Flores tampoco cumplió su palabra. Ni la web Spacefest ni los empleados de FSM Group sabían aún la ubicación de la fiesta y emplazaban al lunes como fecha «definitiva». «Eso es lo que nos han dicho a nosotros», se excusaban.
Sin embargo, aunque en la tienda oficial confirmaron que no se venderían más entradas aunque se conociera la semana que viene la ubicación de la fiesta, los relaciones públicas seguían dispensando ayer los tiques, a pesar de desconocer dónde se va a celebrar el evento. «A mí que quedan 10 entradas pero tengo a una amiga que todavía le quedan bastantes», aseguró ayer un relaciones públicas a este periódico. El precio sigue siendo 55 euros por cabeza, pero este trabajador hace oferta: si adquieres cinco entradas, deja cada una a 52 euros y si te llevas las diez, a 50. «Se va a hacer seguro, puedes comprarlas con tranquilidad. Lo que no está claro es dónde, pero suenan varios sitios», explica. Entre ellos, se postula como un posible escenario el Palacio de Vistalegre, uno de los espacios con mayor capacidad de aforo que este año no va a albergar la fiesta Day One, que en anteriores ediciones ocupaba la madrileña plaza de toros el día 1 de enero.
Estos organizadores metieron a 13.000 personas en Vistalegre, según su web, por lo que el conocido empresario de Diviertt tendría espacio asegurado para su clientela.
Por eso, otros distribuidores de entradas para el primer día del año, desaconsejaban ayer comprar entradas para el evento más importante de Flores. «Aunque vuelvan a ponerlas a la venta, nosotros no las vamos a vender porque no podemos garantizar que se haga. Aunque escojan un recinto la semana que viene, puede que al final no se celebre porque manden a inspectores o haya problemas de aforo. Se lo van a poner muy difícil lo haga donde lo haga y al final puede suspenderse el mismo día o que en la misma puerta no te dejen entrar porque ya han completado el aforo», señalaron desde la web Nocheviejaparty.com. Ya ocurrió con la Cubierta de Leganés, un espacio gestionado por «Asuntos Taurinos y Espectáculos» –propiedad de Julio Torres– que finalmente no contrató con FSM Group para el primer día del año.
Además, si el empresario escoje un recinto que no sea multiusos, tendrá que solicitar autorización de ampliación de horario a la Comunidad de Madrid. Concretamente, a la Consejería de Presidencia y Justicia, quienes autorizan las macrofiestas de Nochevieja en toda la región. Y, seguramente, también se lo pondrán complicado. Como última opción, el imputado por el homicidio imprudente de cinco chicas podría celebrar su macro fiesta de Año Nuevo en su sala más conocida de la capital: Macumba, donde caben unas 2.500 personas en sus 1.600 metros cuadrados de superficie. Aunque no entraría tanta gente, este año Flores tampoco puede barajar esta alternativa porque la discoteca de Chamartín, propiedad de Adif, se encuentra cerrada y será desahuciada a finales de este año o a principios del que viene. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente del Ministerio de Fomento, obtuvo una sentencia favorable al litigio que mantenía con la empresa FSM Group para resolver el contrato de alquiler de esta sala a finales de 2011, dado que Adif no quería renovarlo para poder destinar este espacio a otros usos.
Flores tiene todo en su contra: empresarios que no le alquilan el espacio, autoridades que se lo van a poner difícil en cuanto a inspecciones y a la clientela enfadada en Twitter por no saber aún cómo les van a devolver el dinero de las entradas. Y no le queda mucho tiempo. Según la web de la fiesta, «16 días, 2 horas, 7 minutos y 43 segundos...».
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