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Colombia

Del secuestro a la ejecución: así actúan las «oficinas de cobros»

La Razón
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Madrid- La Policía Nacional colabora con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de varios países en su lucha contra la delincuencia internacional que actúa en España, especialmente las bandas de sicarios u «oficinas de cobros» que acuden a nuestro país para ejecutar los ajustes de cuentas de quienes les contratan. Hace apenas una semana, y en colaboración con la Dirección General de Investigación Criminal e Interpol de Colombia, la Policía Nacional desarticuló una de estas bandas, que tenía como base Madrid, aunque luego actuaba en otras provincias. Igualmente, el pasado mes de febrero detuvieron a siete colombianos que formaban parte de la banda de «El Conejo», y que ejercían de sicarios a encargos del narco mexicano. Ambas organizaciones criminales coincidían en sus métodos para cobrar las deudas de los narcotraficantes. Así, suelen comenzar intimidando con violencia a los deudores para que saldaran sus cuentas y, si las amenazas y los golpes no surtían efecto, recurrían al secuestro exprés o al asesinato, si no había forma de recuperar el dinero. Los extorsionados debían aportar todo el efectivo disponible y, si no alcanzaba para cubrir lo que debían, aportaban inmuebles, terrenos, vehículos e incluso caballos o cuadros valiosos. Las víctimas suelen ser otros narcotraficantes que han contraído una deuda con los grandes cárteles de la droga en Colombia o México o bien otros «camellos» con los que se disputan el territorio. Los sicarios tienen acceso a todo tipo de armas –en una de las operaciones se incautó a los detenidos un lanzagranadas antitanque– y no tienen el más mínimo reparo en usarla. Tienen el gatillo fácil y no dudan en apretarlo si se tuercen las cosas. Además, aunque hace algunos años lo habitual es que se contratasen sicarios individuales que entraban y salían del país de forma anónima, en los últimos años se han desarticulados varias bandas que se habían instalado en España para ajustar las cuentas de los narcotraficantes.