Historia

Historia

Del siglo XVI al XXI, la restauración del Viaje de Agua de Fuente del Berro

La rehabilitación de la infraestructura hídrica que aún hoy presta servicio a algunas fuentes ornamentales del parque que lleva su nombre, permitirá hacerla visitable

El «agua gorda» de la fuente era la preferida de los reyes
El «agua gorda» de la fuente era la preferida de los reyeslarazon

Las fuentes del parque de la Fuente del Berro reciben su agua de una infraestructura prácticamente arqueológica que lleva en pie desde el siglo XVI. Se trata del Viaje de Agua de Fuente del Berro, que discurre desde la Plaza de Toros de Las Ventas, paralelo a la M-30, hasta el parque de Roma, junto a la calle Juan Esplandiu, y cuenta con un ramal hacia la quinta que lleva su nombre. Precisamente desde este punto, situado en la calle Peñascales, el Ayuntamiento de Madrid comienza ahora la restauración de la instalación hídrica para mantener el patrimonio cultural y el aprovechamiento sostenible del agua del subsuelo.

Para ello, el consistorio madrileño va a invertir 320.778,85 euros en unas obras de rehabilitación que espera tener terminadas para el próximo mes de octubre. Se va a actuar sobre los 1,3 kilómetros del Viaje de Agua, que originalmente prestaba servicio a las fincas de la zona. La restauración de las galerías busca recuperar las condiciones en las que estaban cuando se construyeron, hace cuatro siglos. Para ello, se limpiarán y reconstruirán varios tramos con el objetivo, además, de permitir que sea visitable. De este modo, el acceso a la infraestructura, que actualmente se hace a través de un pozo vertical similar a los de alcantarillado, se va a sustituira por una cámara de entrada que ya se está excavando en el parque, y una escalera de pasos alternados de unos 49 grados de pendiente.

Es por ello que las obras han comenzado en dicho pozo que se convertirá en cámara de acceso, situado frente al número 57 de la calle Peñascales, para continuar con otros dos tramos en cada ramal. El primero de ellos es el que llega a la Fuente del Berro y que está a su vez dividido en dos partes, de 21 y 82 metros cada una, separadas por un colector del Canal de Isabel II. El segundo tramo es una galería que parte junto a la Plaza de Toros de las Ventas, consta de 9,8 metros y el pozo que lleva a él –de 178 metros– está construido con ladrillo original del siglo XVI y lleva hasta el inicio de un tramo excavado en la arena también desde sus orígenes, sin revestir y con la bóveda en forma de «lomo de asno» o uve invertida.

Mientras que en el resto de los tramos se va a documentar, limpiar y desescombrar la instalación, en los que son objeto de la rehabilitación se va a hacer una limpieza en seco sobre la totalidad e los paramentos de las galerías con un cepillo de cerdas de diferentes durezas, según el grado de suciedad existente. Posteriormente, se reconstruirán los muros colapsados mediante un sistema que consiste en apuntalar y estabilizar la zona para retirar los materiales deteriorados y reponerlos con otros actuales. Para ello, el consistorio madrileño va a encargar la confección de nuevas piezas cerámicas de idénticas dimensiones, color y textura a las predominantes en dicha zona, realizadas en un tejar tradicional.

El Viaje del Agua se construyó sobre el cauce del arroyo Abroñigal y el agua que aportaba a la Fuente del Berro era una de las preferidas de las residencias reales. De hecho, desde este punto se recogían en garrafas de cristal las denominadas «aguas gordas», por estar muy mineralizadas en comparación con las que venían de la sierra. En su punto de inicio junto a la Plaza de Toros, estaba situada la vente del Espíritu Santo, que era la entrada a Madrid de todos los carruajes que venían por la carretera de Aragón. En lo que es ahora el Parque de Roma, donde finaliza la canalización, se ubicaba una finca conocida como «Casa Blanca».

Aguas subterráneas

Los viajes de agua tienen origen en el sistema de distribución árabe de la antigua Magerit o Magrit, que significa «aguas subterráneas». Fue Felipe II quien, para resolver el problema de abastecimiento de agua potable, y tras el traslado de la Corte a Madrid decidió recuperar el sistema utilizado de época árabe y se empezaron a construir nuevos y extensos ramales. La técnica constructiva se basaba en la excavación de minas verticales para la captación del agua acumulada en el nivel freático, y galerías de conducción y distribución, a través de los niveles arenosos del subsuelo. Estas minas quedaban sin vestir dependiendo de su compactación, aunque en la mayoría de casos se acabaron revistiendo con muros y bóveda de cañón, construidos con ladrillo macizo y mortero de cal.

Recientemente, el Ayuntamiento de Madrid culminó la restauración del Viaje de Agua de Amaniel, el denominado «de Palacio», que puede visitarse con reserva previa en el Centro de Educación Ambiental Dehesa de la Villa. Tras la rehabilitación del Viaje de Agua de Fuente del Berro, se elaborará un audiovisual para difundir la historia de los viajes de agua y la rehabilitación realizada.