Docentes y familias creen que el «porno» en la red favorece las violaciones

En 2017, 81 millones de personas se conectaban diariamente a PornHub, una de las páginas web de pornografía más populares a nivel internacional. Casi tres millones de visitantes a la hora; 44.000, al minuto.

En 2017, 81 millones de personas se conectaban diariamente a PornHub, una de las páginas web de pornografía más populares a nivel internacional. Casi tres millones de visitantes a la hora; 44.000, al minuto. Cifras estratosféricas que explican que España ascienda un puesto con respecto a 2016, situándose el número 12 en el ránking de los 20 países del mundo que más consumen pornografía. Y todo está en la red, al alcance de cualquiera.

En este contexto de accesibilidad y con motivo del Día Internacional de las Madres y de los Padres, el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia, The Family Watch, ha llevado a cabo un estudio sobre «Menores y contenidos sexuales en Internet». Este estudio, realizado por un equipo de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos, analiza la actitud educativa de los docentes y las familias ante la producción y el consumo de pornografía por parte de los menores en la Comunidad de Madrid.

Tanto las familias como los docentes muestran su preocupación ante la educación sexual de los menores que se promueve desde la red. Así, el 48,17% de las familias y el 50,63% de los docentes, creen que el consumo y la producción de contenidos sexuales explícitos perjudica las relaciones de pareja y la vida familiar. Del informe cabe destacar que casi 9 de cada 10 de los estudiantes universitarios, futuros docentes, afirma que los jóvenes se informan de sexo a través de internet. Unas cifras preocupantes ya que el 62,82% de los encuestados consideran que la presencia de contenidos sexuales explícitos en internet podrían favorecer conductas como las agresiones sexuales o las violaciones.

«Por su inmadurez cerebral y psíquica, los preadolescentes sufren más dificultad para diferenciar la fantasía de la realidad y también para controlar sus impulsos», explica a LA RAZÓN Alejandro Villena, experto en sexualidad, coordinador de la Unidad de Sexología Clínica y Salud Sexual de la consulta Dr. Carlos Chiclana y miembro del equipo de Asesoramiento Clínico de la asociación contra la pornografía Dale una vuelta. «Es fácil que vayan asimilando ideas distorsionadas sobre la sexualidad y terminen imitando comportamientos que ven en internet».

Desde la Universidad Rey Juan Carlos proponen que «desde los centros educativos, se den a conocer una serie de puntos que garanticen la protección del menor y la prevención de consecuencias negativas». El estudio también aconseja «el establecimiento de vías de comunicación en las familias para detectar los problemas y poder evitarlos». En este sentido, Villena pone de relieve la «falta de formación en sexualidad» de nuestros jóvenes, que no saben «pensar de forma crítica» porque «no se les facilita una información de calidad y hay padres que todavía tienen mucha vergüenza de hablar de sexo con sus hijos, lo que favorece aún más que una exposición temprana a la pornografía», concluye.