Educación descarta acoso escolar en Usera

La Consejería asegura que las agresiones a los menores eran fuera del centro.

Educación descarta que la detención de 15 menores de entre 14 y 16 años acusados de acosar a dos hermanos (de 14 y 15 años) en el instituto Juan de Villanueva, en el que estudiaban, esté relacionado con un caso de acoso escolar. Las detenciones de los menores se produjeron el 15 de diciembre, cuando el padre de los hermanos oyó gritos en el portal de su vivienda y decidió llamar a la Policía. Los detenidos fueron puestos posteriormente a disposición de la Fiscalía de Menores. La Consejería de Educación ha abierto un expediente de información reservada para conocer las circunstancias en que se han producido los hechos pero, por ahora, descarta que se trate de un caso de acoso escolar, aunque la investigación sigue abierta. Según las primeras investigaciones, «los acontecimientos no han ocurrido en las instalaciones del centro, por lo que el propio instituto asegura desconocer los hechos y por lo tanto no se había abierto el protocolo de acoso escolar», aseguran fuentes de Educación. Al parecer, en el momento de ocurrir los hechos los dos hermanos no acudían a clase. Uno de ellos había sido expulsado un mes del instituto después de que se le abriera un expediente disciplinario; el otro «tenía una larga trayectoria de faltas de asistencia, todas justificadas por la familia», aseguran desde Educación. La Consejería sostiene, además, que sólo dos de los 15 menores detenidos acudían al centro.

La familia de los escolares acosados desde hace más de un año en el madrileño distrito de Villaverde cambiarán pronto de barrio por el miedo a nuevas agresiones y posibles represalias de los familiares de los adolescentes menores detenidos por el acoso, informa Ep. Ruth, la madre de los afectados, explicó que los problemas comenzaron hace un año y cuatro meses en el instituto con insultos, vejaciones y amenazas en el interior del colegio y también a las puertas del mismo por parte de un grupo de compañeros y de otras personas ajenas al centro. «Son un grupo numeroso, de más de 20 chavales, muy agresivos y ofensivos, que se encaran con nosotros y con todos los que pillen a su paso. No tienen valores y vienen de familias desestructuradas. Son gentuza», sentenció la madre, quien aseguró que el centro conocía los hechos.