Construcción

El Calderón se regará más para evitar molestias

Reunión con los vecinos afectados por la demolición. El Ayuntamiento asegura que no hay riesgo para la salud, pero se instalará otro medidor de partículas de contaminación junto a las obras

La primera fase de demolición del estadio está prácticamente concluida en la zona que no afecta al tráfico de la M-30
La primera fase de demolición del estadio está prácticamente concluida en la zona que no afecta al tráfico de la M-30larazon

El Consistorio madrileño va a instalar un medidor de partículas de contaminación junto a las obras de demolición del estadio Vicente Calderón para monitorizar en todo momento la calidad del aire de los vecinos y colegios del entorno. Así lo aseguró la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, que se reunió ayer junto con el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y la concejala de Arganzuela, Cayetana Hernández, con las asociaciones de vecinos de la zona, Ampas de los colegios e institutos cercanos, preocupados por la afección de los trabajos tanto en el Calderón como en el aún sin determinar soterramiento de la M-30.

Según ha asegurado la delegada de Obras y Equipamientos, «los vecinos no tienen nada que temer» sobre la calidad del aire durante los trabajos de demolición. Con todo, explicó que un nuevo medidor de partículas se sumará a los cuatro que ya están situados en la zona. Además, se va a incrementar el baldeo mediante cisternas en toda la zona para evitar al máximo posible levantar polvo que provoque mayores molestias a los vecinos y se han incorporado máquinas barredoras para que realicen un trabajo intensivo en el perímetro del recinto. Especialmente se está prestando atención a los puntos de entrada y de salida de los camiones, de modo que también se están regando las calles perimetrales por las que circulan estos vehículos pesados.

Junto a esto, García Romero también explicó que tanto los indicadores de ruido –que realizan una docena de mediciones diarias– como los de partículas contaminantes han registrado niveles dentro de lo «razonable». Asimismo, todos los datos que recojan las estaciones se colgarán en el Portal de la Transparencia y se ha fijado una nueva reunión, si los vecinos no lo solicitan antes, que tendrá lugar en diciembre para realizar un seguimiento de las afecciones de las obras a los residentes del entorno del Calderón.

Durante la hora y media que se ha prolongado esta reunión, la delegada ha explicado a los vecinos todas las actuaciones que se han realizado en la zona para «minimizar perjuicios», puesto que, reconoció, que se tratan de unas obras muy complicadas. Actualmente, la primera fase de la demolición que es la que afectaba a la parte más alejada de la M-30, de las gradas norte, este y oeste, está prácticamente concluida. Así, se ha empezado a realizar el desvío provisional del tráfico que circula bajo la grada situada sobre la vía de circunvalación. Dicho desvío rodeará el campo del estadio y estará terminado a mediados de octubre, que será cuando se corte el tráfico bajo la grada y comience su demolición.

Según detalló García Romero, esta segunda fase de derribo estará terminada entre finales de febrero y primeros de marzo de 2020, dependiendo de la climatología. Durante estos meses se han diseñado medidas de protección ambiental en el río mediante la colocación de ataguías y sacos terreros que evitarán la caída de objetos al Manzanares. «Los plazos se están cumpliendo y es una obra seguro, insistió la titular de Obras y Equipamientos.

La delegada avanzó a su vez que el Ayuntamiento de Madrid aún no ha decidido si se va a soterrar la M-30 cómo habían planeado desde el PP durante la campaña electoral o se mantendrá el proyecto de cubrimiento planteado por el equipo de Gobierno de Manuela Carmena. De momento, García Romero explicó que una vez terminada la demolición de esta grada volverá el tráfico a la M-30 hasta que se decida qué hacer.

Al respecto de la reunión, los vecinos señalaron que están «relativamente satisfechos», fundamentalmente por haber retomado la comunicación con el consistorio. En este sentido, Susana de la Higuera, miembro de la asociación de vecinos Pasillo Verde Imperial, puso en valor la voluntad del consistorio por «cuidar estas obras por el impacto que tienen», así como que se vayan a publicar los datos de contaminación acústica y de partículas en el Portal de Transparencia.