Restaurantes

El Florida vuelve a subir el telón

La mítica sala de fiestas recupera todo su glamour nocturno y amplía su oferta al mediodía. El nuevo Florida Retiro combina música en directo, teatro y gastronomía.

El Florida vuelve a subir el telón
El Florida vuelve a subir el telónlarazon

La mítica sala de fiestas recupera todo su glamour nocturno y amplía su oferta al mediodía. El nuevo Florida Retiro combina música en directo, teatro y gastronomía.

Después de tres años inactiva y un largo año y medio en obras, la emblemática sala de Fiestas Florida Park recibió ayer a sus primeros visitantes. El espacio ha sido rebautizado como Florida Retiro y, si sus paredes hablaran, sus historias nos llenarían de momentos para retener en la memoria. Los mismos que recuerdan sus entonces clientes habituales. Uno de ellos fue Antonio Gala. Tanto se dejó ver que disponía de su propio rincón. ¿Sabía que Miguel Bosé debutó en su escenario? ¿Que Lola Flores perdió en él un pendiente? ¿Y que Ava Gardner, Lauren Bacall, Rita Hayworth y Sofía Loren asistieron a algunos de sus fiestones? Anoche, el telón del espacio, gestionado por la Sociedad Mercado Fuencarral, del empresario Ramón Matones, con la concesión del local durante los próximos cincuenta años, lo subió «Pandora Nights». Un montaje de la compañía teatral Yllana, dirigido por David Ottone, para disfrutar mientras desfilan por La Sala las riquísimas recetas de Joaquín Felipe, quien abandonó los fogones del restaurante Aspen para centrarse en este proyecto que tanto está dando que hablar: «Florida Retiro va a ser un icono dentro de la gastronomía madrileña», ha señalado. Para ello, el cocinero ha creado cinco áreas con el fin de adaptarse al apetito de los visitantes. Y es que el hambre no sabe de horarios. El respeto al producto de altísima calidad tanto de proximidad como de temporada estará presente en cada uno de los sectores. Así, en El Pabellón, compuesto por mesas bajas, una gran barra central y un ventanal con vistas al parque, propone una honesta cocina urbana (precio medio: 35-40 euros). Para rendir tributo al arte del tapeo, lo suyo es acercarse a La Galería, mientras que en La Terraza, de visita obligada, lo mejor es disfrutar de los bocados crudos (ceviches, sashimis...) entre las copas de los árboles. Muy divertida es también la zona de los Kioskos, un plan gastro en el que disfrutar de una cocina callejera «made in Spain». En la Jacinta, «stand» especializado en fritos, para no perderse son las croquetas, los calamares y los cucuruchos de pescaíto, por poner sólo algunos ejemplos, mientras que en la Casita del Pescador no busque más allá de mariscos y moluscos de primerísima calidad. El Estanque es, por supuesto, el centrado en saciar la sed del comensal antes de hincar el diente en las carnes al grill de la Casa de Vacas. Y, a quien le apetezca una ensalada u otro manjar «healthy food», su puesto es La Alcachofa, una opción tan saludable como los embutidos de La Bellota, paraíso también de los amantes del buen queso, delicias ambas que resultan perfectas para acompañar las recetas en miniatura de La Gloriosa. ¿Lo mejor? Además de la propuesta gastronómica, hacer un divertido y sabroso pic-nic en El Retiro después de haber recorrido el mercado culinario. De beber nos dará el barman Miguel Ángel Jiménez, artífice de clásicos y reversionados cócteles. El combinado con sabor a castaña será uno de los hits del otoño.

Cultura, ocio, espectáculo y gastronomía son los ingredientes que alimentan el antiguo pabellón de caza del rey Fernando VII, balneario y salón de té, hoy convertido en un espacio de vanguardia, que conserva tanto la característica cúpula como la fachada de La Casa del Contrabandista, uno de los «caprichos del rey Fernando VII, que fue construido en 1814 por el arquitecto Isidro González Velázquez. Hoy, el edificio lleva el sello de Guillermo García Hoz, mientras que Pascua Ortega se ha encargado de la decoración.