Madrid Arena
El jefe de la Policía culpa a su oficial en Moncloa
Monteagudo dice que el dispositivo del Arena lo realizó una subordinada
Fueron cinco horas de declaración que no dieron demasiado de sí y, como viene siendo la tónica general en la instrucción, el imputado no asumió en ningún momento ninguna responsabilidad directa o indirecta en la tragedia del Madrid Arena. El inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, descargó ayer buena parte de la responsabilidad del operativo policial del evento en la jefa de la Unidad de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez, cuya comparecencia en calidad de testigo van a pedir las acusaciones. Monteagudo recalcó ante el juez instructor, Eduardo López-Palop, lo que ha venido diciendo desde el día posterior a la tragedia, cuando ya dio explicaciones en la rueda de prensa en la que comparecieron Ana Botella, Pedro Calvo, Miguel Ángel Villanueva y Antonio de Guindos (los últimos tres ya fuera del Ayuntamiento de Madrid). Ese día ya dijo que la noche de Halloween hubo 18 agentes desplegados en las inmediaciones de la Casa de Campo, mientras que las acusaciones particulares apuntan a que tan solo hubo doce policías, de acuerdo con la documentación que figura en las actuaciones y como denunciaron los sindicatos policiales. En ningún momento, según el mando policial, se pidieron más refuerzos. No obstante, según la línea de su defensa, tampoco hubiera denido responsabilidad si hubiera fallado algo ya que, él asume que dio las instrucciones para que el servicio se hiciera «correcta y debidamente», si bien las «decisiones concretas» sobre la ubicación de los agentes no fueron suyas porque él no estaba en el dispositivo, según aseveró su abogado, Salvador Díaz. «Hay que preguntar a quien estuviera ahí. Hablamos de cumplimiento de normas», puntualizó Díaz.
El evento pasó a alto riesgo
Éste es el punto más polémico, ya que el mando policial insiste en que el nivel del evento fue calificado como medio pero que pasó a alto sobre las 14:00 horas del día 31 de octubre. Asegura que ese cambio se hizo vía telefónica, pero no se hizo por escrito ya que sólo «los informes más complicados» se hacen por esta vía. No obstante, la normativa (según los artículos 41 y 22 del funcionamiento de las policías locales) exige que se hagan por escrito. En esta línea, se le preguntó si Cándida Jiménez mintió al afirmar en un documento que había doce agentes pero dijo que ésta se refería a los que están «en un sitio concreto» y no a los itinerantes. «Nos cabe la duda de que se hiciera ese cambio. Ni las dotaciones que había en ese momento de policías, ni el mando que no estaba en el sitio y la falta de un sargento nos lleva a pensar en ello. Hay tantas incorrecciones e irregularidades que creemos que no hubo cambio de nivel y que no hubo ningún tipo de previsión», aseveró el abogado Abdón Núñez. Además, señaló que podría haber documentos falseados ya que hay escritos policiales «cuyas fechas y número de referencia no coincide», abriendo la puerta a la comisión de un posible delito de falsedad documental por parte de la Policía Municipal.
Botellón «no prioritario»
El mando policial confirmó ayer que la Policía Municipal no actuó sobre el «macrobotellón» de las inmediaciones del Arena por no tratarse de su principal cometido aquella noche. Explicó que la función de los agentes desplegados era «controlar el flujo de personas». Esa era su misión «prioritaria» en la Casa de Campo y que, por tanto, no iban a dar «prioridad a una misión secundaria».
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