Infraestructuras

El nuevo eje ciclista ya se pedalea

Finalizan las obras del carril bici Mayor-Alcalá: un total de 4,5 kilómetros que atraviesan la Puerta del Sol, Cibeles y la Plaza de la Independencia. A la espera de inauguración oficial, decenas de ciclistas disfrutan ya a diario de los nuevos carriles «30» compartidos con coches y autobuses

El nuevo eje ciclista ya se pedalea
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La conexión del corazón más histórico y turístico de la capital a través de un carril bici ya es una realidad gracias a la finalización de las obras en el eje Mayor-Alcalá. Los trabajos que se iniciaron en septiembre ya están terminados y centenares de madrileños disfrutan desde hace días de este «pasillo» para los amantes de las dos ruedas y los pedales que discurre por las calles de O'Donnell, Alcalá, Puerta del Sol, Mayor, Bailén y Segovia. A falta únicamente del trámite administrativo de la recepción de las obras, el Ayuntamiento inaugurará en breve estas obras de forma oficial.

Se trata de 4,5 nuevos kilómetros en los que conviven los carriles bici más clásicos con los ciclocarriles o ciclocalles. Y como sucede con toda novedad que se introduce en el trazado de una ciudad, algunos puntos no se han librado en estos días de una cierta confusión entre viandantes, conductores y los propios ciclistas. En el tramo que atraviesa la Puerta del Sol, por ejemplo, centenares de personas, entre madrileños y turistas, se agolpan en la vía diseñada para las bicis cuando se disponían a cruzar la calle, sin dejar mucho hueco para sus verdaderos usuarios. A pocos metros, en la propia Puerta del Sol y también en la calle Mayor, a lo largo de la tarde de ayer se repitió en varias ocasiones la misma escena: el carril bici servía de improvisada área de carga y descarga para algunos coches y furgonetas que realizaban entregas a alguno de los comercios colindantes, lo que obligaba a agentes municipales a advertir a los dueños de los vehículos de las nuevas circunstancias de la vía.

Pero al margen de estos pequeños contratiempos, la puesta en funcionamiento del eje Mayor Alcalá supone cumplir con el reto de vertebrar para los ciclistas la ruta que transcurre por algunos de los puntos más visitados de la capital. Objetivo este que encaja precisamente con la imagen de ciudad volcada con el deporte que Madrid pretende ofrecer en su carrera para ser la sede de los Juegos Olímpicos de 2020.

La confección del trazado ha implicado la adopción de distintas soluciones en función de las características de cada uno de los diez tramos que lo integran. En la Puerta del Sol, se ha eliminado un carril para la circulación de vehículos. El espacio ganado ha permitido la introducción del carril bici de una dirección en el sentido que va hacia la calle Mayor. En este punto, los ciclistas tendrán que extremar la precaución, ya que para atravesar el kilómetro cero de la ciudad tendrán que atravesar hasta cuatro semáforos consecutivos.

Al margen de los tramos del trazado en los que los ciclistas disfrutarán de carril exclusivo, en otros muchos puntos ciclistas compartirán espacio con coches y autobuses. Son las denominadas ciclocalles, una de las principales novedades del proyecto. A lo largo de estas vías, la velocidad máxima será de 30 kilómetros por hora para los vehículos motorizados y en ellas el tránsito de los ciclistas tendrá prioridad. En la calle Alcalá, entre Cibeles y Sevilla, las obras implicaron una mayor coordinación al afectar al tráfico de los autobuses de la EMT. La solución elegida para este área ha pasado por construir un carril bici para ambos sentidos, con calzada propia entre la acera y el carril para el transporte público. Este tramo ha sido en estos primeros días de prueba uno de los más concurridos, a lo que ha ayudado sin duda el hecho de que es uno de los que de forma más clara está separado del tráfico motorizado.

Las condiciones especiales del tráfico en las rotondas han obligado a buscar soluciones imaginativas para dar continuidad al eje ciclista en enclaves como Cibeles o la Plaza de la Independencia a la hora de configurar sus ciclocalles en sus anillos exteriores. Por su parte, en el comienzo del «pasillo» desde el este, de O'Donnell hasta la Puerta de Alcalá, será preciso utilizar la senda ciclable de El Retiro. En sentido contrario, se ha habilitado un ciclocarril desde la Plaza de la Independencia. En otros tramos, la adaptación ha sido más sencilla, como el comprendido, en la calle Mayor, entre la plaza del Comandante de las Moreras y la calle Bailén, en donde sólo ha sido necesaria la incorporación al asfalto de los pictogramas ciclistas.

La puesta a punto de estos 4,5 kilómetros nuevos para bicicletas fue presupuestada en un primer momento en casi 610.000 euros, aunque la posterior concesión a la empresa Licuas S.A. permitió un importante ahorro para las arcas municipales, ya que el coste final se ha situado algo por debajo de los 431.000 euros.