Ciudad Lineal

El pederasta de Ciudad Lineal, un «personaje» creado por la Policía

El abogado de Ortiz quiso desmontar ayer las pruebas incriminatorias

La Razón
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Ya conocíamos las líneas generales de la defensa que ha ido esgrimiendo Cristóbal Sitjar, abogado de Antonio Ortiz, a lo largo de estas nueve semanas de vista oral, pero ayer aprovechó la exposición de su informe final para cargar duramente contra los responsables policiales, a quienes acusó de crear el «personaje» del «pederasta de Ciudad Lineal» (asegura que pueden ser varios individuos y aportó datos de que las agresiones sexuales a menores habían crecido tras la detención de su cliente hasta 87 al año), de difundir sus datos y fotografías (aseguró que el entonces ministro de Interior dijo que tenía antecedentes penales por hechos similares «cuando esa condena no existe») e incluso vino a decir que la Policía Científica había colocado huellas en el «piso de los horrores». Éstas son sus principales impugnaciones.

Un piso con huellas elegidas

Es su principal baza. Sitjar pide la nulidad del registro del 25 de septiembre del piso donde habría llevado, al menos, a la víctima de abril, porque Científica comenzó el registro estando la secretaria judicial y el detenido fuera del piso. «Tenemos 10 horas en las que no sabemos qué han hecho». Cuestionó cómo podía haber sólo restos de ADN de una niña y de su cliente si por allí habían pasado obreros y señora de la limpieza. «¿En cinco meses nadie ha dejado siquiera restos epiteliales?».

Reconocimientos nulos

Como la imagen de Ortiz fue difundida el día de su detención, sostiene que algunas testigos han dejado caer que ya le habían visto y, por tanto, sabían a quién señalar en las ruedas de reconocimiento practicadas en Plaza Castilla.

Distintos coches

El letrado sostiene que ninguna menor describió un Toyota Celica (el coche de su cliente) sino un Yaris o Auris. También cree que le «colocan» el Picasso para la última víctima (porque fue con el que le paró la Policía en agosto y el que describe una víctima de tentativa en Coslada) pero que ésta describe un Toyota. «No se ve matrícula ni niña» en las imágenes.

Sin teléfono

Aunque el teléfono de Ortiz no le descarta de ninguna agresión, Sijtar cree que hay otros informes policiales que no han sido aportados a la causa y que recibió varias llamadas a esas horas que no han quedado registradas.

ADN contaminado

Hay ADN de Ortiz en las braguitas de una niña, en el pantalón de otra y en un papel colocado a otra a modo de tampón, pero la defensa de Ortiz asegura que «hasta respirando se transmiten células» y que no se puede acreditar que se cumplió la cadena de custodia al llevar las prendas «¿en uno o varios?» sobres.

Un máximo de 25 años de cárcel

A pesar de que las penas de prisión que han solicitado las acusaciones van des los 26 a los 146 años, si la Sección Séptima de la Audiencia termina condenando a Ortiz, no cumpliría más de 25 años en prisión. Es el máximo legal al no estar ninguno de los delitos que se le acusan penados con más de 20 años de cárcel. No obstante, la Fiscalía ha mantenido su petición inicial de 77 años de privación de libertad en su escrito final. La familia de la niña agredida en abril pide 146 años, al considerar que pudo haber homicidio al darle las pastillas; la familia de la niña de junio pide 26 años y las acusaciones populares (ejercidas por la asociación Clara Campoamor y Laxshimi) piden 78,6 y 115, 3 respectivamente