Díaz Ayuso, presidenta ochenta días después de las elecciones

La Comunidad tendrá el primer gobierno de coalición PP-Cs-Vox. Cs advierte de que no será «cómplice» si hay corrupción y el PSOE desconfía de que los tres partidos se entiendan.

La Cámara de Vallecas será la primera vez que celebre la investidura de un presidente autonómico en agosto, un mes inhábil, y también será la primera vez que Madrid tenga un gobierno de coalición en el que PP, Cs y Vox se han aliado para investir a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, un cargo ocupado tradicionalmente por mujeres.

«Había que encajar el puzle aunque fuera a martillazos», decían desde el PP. Y por fin las piezas se han colocado para que el presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad, propusiera ayer a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular como candidata a la Presidencia del Gobierno autonómico al considerar que tiene suficientes apoyos como para salir investida presidenta. El pleno se celebrará los días 13 y 14, ochenta días después de que se celebraran las elecciones tras unas difíciles negociaciones en las que la mayor parte de las cesiones para lograr el acuerdo las ha hecho Vox. Así, y según todas las previsiones, Díaz Ayuso será investida presidenta el día 14 al contar con los apoyos de Cs y Vox que suman mayoría suficiente como para que la candidata popular salga investida en una primera votación. La fecha también tiene su simbolismo ya que Díaz Ayuso saldrá de la Asamblea con cargo justo la víspera de la Virgen de la Paloma, la "patrona popular"de Madrid, aunque jure su cargo más tarde.

Tras reunirse ayer con el presidente de la Cámara regional, Díaz Ayuso, no pudo ocultar su satisfacción porque finalmente hubiera debate de investidura. «A partir de ahí nacerá un nuevo gobierno histórico de coalición que está apoyado a su vez por un partido, que es Vox y que hará oposición desde la Cámara». En contraposición puso el caso del Gobierno español «que está bloqueado y tiene un proyecto sin rumbo». La candidata popular se mostró confiada en que «vamos a seguir liderando todos los ranking y combatiendo los populismos y los nacionalismos y todo aquello que divide y crea ciudadanos de primera y de segunda». Ya dijo que la bajada de impuestos y la libertad «serán nuestras premisas» en el gobierno que se forme en Madrid y reiteró que su programa de gobierno se centrará en el acuerdo firmado con Cs, de 155 puntos, a lo que se sumarán las propuestas presentadas por Vox, que «permitirán inaugurar un nuevo modo de gobernar».

El portavoz socialista, Ángel Gabilondo, ya adelantó tras su reunión con el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, que «no apoyaremos la candidatura de la Sra Ayuso porque no compartimos modelo social, económico y político que tiene para la región, no es el que Madrid necesita».

Gabilondo desconfió del futuro gobierno de coalición entre PP, Cs y Vox porque «si uno va a hacer férreo marcaje desde la oposición (por Vox) y otro férreo marcaje desde dentro del Gobierno (por Cs), el clima de colaboración o de trabajo consensuado para hacer proyectos es complicado». Gabilondo mostró inquietud por la presencia de Vox en el parlamento regional y arremetió contra Cs, que considera que ha hecho una labor de «apuntalamiento de las políticas del PP durante los años de gobierno popular y no vemos que vaya a producirse ninguna variación al respecto». También acusó a los naranjas de haber bloqueado su propuesta «porque no ha querido hablar con nuestro grupo», dijo.

El portavoz de Cs, Ignacio Aguado, trasladó ayer al presidente de la Cámara su apoyo a la investidura de Ayuso, aunque advirtió de que serán leales a un ejecutivo de coalición, pero no «cómplices» si hay corrupción. Aguado dijo que no se arrepiente de haber firmado un acuerdo de investidura la pasada Legislatura para hacer presidenta a Cristina Cifuentes, al igual que tampoco de haber pedido su dimisión tras el caso máster, tras conocer que la Fiscalía Anticorrupción pida la imputación de las ex dirigentes madrileñas Cifuentes y Aguirre por la presunta financiación ilegal de su partido. «Permitimos poner en marcha un Gobierno con controles», dijo.