Ejército del Aire
El último vuelo heroico del comandante Tejedor
Ladislao, un experimentado piloto de 34 años, fallece en una exhibición en Cuatro Vientos. Impactó contra un hangar para evitar caer sobre el público tras un fallo en el motor.
El mundo de la aviación vivó ayer uno de los días más trágicos de su historia reciente. Ladislao Tejedor Romero, de 34 años, comandante del Ejército del Aire, oficial ayudante del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y amante de la aviación –miembro de la Fundación Infante de Orleans (FIO)– murió tras colisionar el avión que pilotaba contra un hangar en una exhibición en el aeródromo de Cuatro Vientos.
El suceso se produjo a las 13:50 horas, durante una de las exhibiciones de aviones históricos que la FIO realiza el primer domingo de cada mes. Tejedor acababa de terminar una acrobacia cuando, según Carlos Valle, presidente de la FIO, el avión HA-200 SAETA que pilotaba –primer reactor bimotor fabricado en España, en 1955– se «dio contra unos cables y acabó estrellándose» contra el hangar en el que se encuentran los helicópteros de la Policía Nacional. Fuentes cercanas a la investigación aseguraron a LA RAZÓN que parece ser que la causa del accidente estuvo en un fallo del motor, ya que el avión fue perdiendo «fuerza», momento en el que el comandante Ladislao –«Ladis», como le llamaban sus amigos– cambió la trayectoria prevista para intentar aterrizar en una calle de servicio y evitar así colisionar contra unas 3.000 personas, que habían acudido a ver la exhibición y que se encontraban a sólo unos 100 metros del hangar. Ninguno resultó herido.
Un portavoz de Emergencias Madrid explicó que «tras diversos impactos contra el suelo, el avión se deshizo en varios trozos, quedando el piloto atrapado en la cabina con numerosas quemaduras inhalatorias y de tercer grado, debido al incendio que se produjo por el accidente». Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Bomberos del aeropuerto y varias dotaciones del Samur Protección Civil acudieron al lugar del siniestro donde fue tratado con un equipo de protección respiratoria a la víctima mientras los Bomberos le lograron sacar con vida de la cabina. Rápidamente se le trasladó en estado crítico a la Unidad de quemados del Hospital de Getafe, donde falleció poco tiempo después.
El impacto provocó otros 18 heridos –casi todas por contusiones leves e intoxicaciones por humo– la mayoría de ellos son trabajadores de las instalaciones que intentaron auxiliarle o que estaban cerca del siniestro. De éstos, tres fueron policías nacionales que se encontraban en el hangar donde impactó el avión. Una agente sufrió quemaduras de primer y segundo nivel y uno de los otros dos, hipertensión y una taquicardia. A la mayoría de los heridos se les dio el alta en el momento y a cinco de ellos se los trasladó al Hospital de La Paz, donde fueron recibiendo el alta a lo largo de la tarde.
Un accidente «inexplicable»
La Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil estudia ahora las causas del siniestro, ya que no se explica que Tejedor, un «profesional de primera magnitud» con gran experiencia–tal y como lo describió Valle– volaba con asiduidad ese modelo. Asimismo, el presidente de la Fundación Infante de Orleans insistió en que todos los aviones de la exhibición pasan «escrupulosos» controles, por lo que tildó de «inexplicable» y «sorprendente» lo sucedido. La FIO es una fundación privada, integrada mayoritariamente por miembros del Ejército del Aire que, en los 25 años que lleva en la fundación, nunca ha sufrido accidentes.
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