Ahora Madrid
En busca del banco 101
Madrid tiene 62.915 asientos instalados en sus calles de 100 modelos diferentes. Carmena ha convocado un concurso internacional para diseñar un nuevo tipo que primará el confort. Sólo pueden presentarse arquitectos o ingenieros y tiene un premio de 15.000 euros
Carmena ha convocado un concurso internacional para diseñar un nuevo tipo de banco que primará el confort.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quiere dejar una huella perenne en la capital y nada mejor que renovar el mobiliario urbano. En la ciudad hay un centenar de modelos de bancos y el consistorio ha lanzado ahora un concurso internacional para crear el modelo 101, que será el primero de toda una nueva serie de mobiliario. Además, se eliminarán los impopulares bancos individuales y los 500 con elementos «antimendigos», de entre los casi 63.000 que se pueden encontrar en las calles de Madrid.
Los hay de todo tipos, formas y colores. Para todos los gustos estéticos y de comodidad, aunque los más utilizados son dos modelos más qué clásicos: el de listones de madera (MU-16) y el modelo Madrid (MU-17) de tablones, que se encuentra en la mayor parte de los parques de Madrid, mientras que los 98 restantes son mucho menos frecuentes. Hay que tener en cuenta que también se enlistan dentro del mobiliario urbano los troncos de apoyo que hay, por ejemplo, en la Casa de Campo, y los conjuntos de mesas y sillas, algunos con tableros de ajedrez, que hay en zonas verdes, así como las banquetas y las sillas unipersonales. Entre ellos se encuentran también algunos de los diseñados para las grandes obras ejecutadas en la ciudad en los últimos años como es el caso de los singulares bancos oblicuos de la calle Serrano, los monolitos de piedra de Callao y la decena de diseños que se pueden ver durante un paseo por Madrid Río.
Además, según explicó el consistorio madrileño, se encuentran en un estado aceptable si bien desde agosto de 2013 se han sustituido 2.000 elementos en mal estado como parte de un plan de reposición y mantenimiento. Es por ello que el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, no especificó cuántos bancos se sustituirán durante la presentación del concurso internacional para crear el modelo 101 Bancos para Compartir. Lo que sí detallaron es que los primeros en desaparecer de las calles serán los modelos unipersonales, de los cuales hay más de 500 entre los modelos de Centro, Cerro Negro, Tablillas y Plaza Villa de París. También se quitarán prioritariamente otros centenares de bancos con reposabrazos que los dividen, de modo que no pueden ser utilizados como improvisadas camas por las personas sin hogar.
Lo que sí se conoce, según las bases del concurso, es que el vencedor o vencedores, ya que el Ayuntamiento podrá escoger hasta un máximo de tres finalistas –habrá modelos 102 y 103 en tal caso–, recibirán un premio cada uno de 15.000 euros, así como tres accésits sin premio en metálico. Los diseños ganadores pasarán a formar parte del catálogo de elementos normalizados del consistorio madrileño.
Lo curioso, según han llamado la atención algunos usuarios de las redes sociales, es que en uno de los puntos de los pliegos de condiciones del concurso se especifica que los concursantes, no sólo los premiados, «cederán al Ayuntamiento de Madrid los derechos en exclusividad de explotación que correspondan al objeto del concurso y sus resultados, tales como la producción industrial del mismo». Una cláusula necesaria, como indican, para, por ejemplo, publicar en un catálogo los trabajos realizados pero que también abre una vía para utilizar más diseños además del de los ganadores. Eso sí, los autores mantendrán la propiedad intelectual.
Otra de las cuestiones que menos ha gustado es el hecho de que el Área de Desarrollo Urbano Sostenible limite la participación a ingenieros y arquitectos, lo que ha molestado especialmente a los diseñadores –no industriales– que sí han participado en otros concursos de ideas para mejorar la ciudad. Es más, aunque el consistorio permite que participen en las mismas condiciones «personas jurídicas cuyos fines sociales correspondan con el objeto del concurso», lo que abriría las puertas a otros colectivos profesionales, obliga a que lo hagan en un equipo cuyo director debe ser un arquitecto o ingeniero industrial, que es quien «figurará como autor responsable a todos los efectos del concurso». Además, cada proyecto deberá adjuntar en su identificación una declaración responsable de que los autores cuentan con la titulación exigida.
El concurso se fallará el próximo 15 de enero de 2016 y aunque no se han determinado los nueve miembros que lo compondrán, en los pliegos se especifica que Calvo u otro miembro del Área será uno de ellos. También habrá dos representantes del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid respectivamente y otro de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid; tres técnicos de Urbanismo, Medio Ambiente y Cultura, así como otros dos profesionales de reconocido prestigio en el campo de la arquitectura y del diseño industrial, que tengan experiencia en el campo del diseño de mobiliario, propuestos por los colegios profesionales.
Para elegir el banco que será el nuevo «objeto de identidad de Madrid» y el primero del mobiliario que dejará Manuela Carmena como legado de su paso por la Alcaldía, tendrán en cuenta criterios de integración urbana, ergonomía, homogeneidad formal, así como sostenibilidad ambiental y económica. Quieren que se adapte a distintos espacios urbanos para poder extender el modelo por toda la ciudad.
Un concurso sin diseñador
- Sólo arquitectos o ingenieros industriales podrán presentar propuestas. Se permite que profesionales relacionados con el objeto del concurso participen en equipos liderados por un arquitecto o ingeniero, que debe acreditar su titulación.
- Hasta tres ganadores. El Ayuntamiento podrá escoger hasta un máximo de tres ganadores del concurso, que recibirán un premio de 15.000 euros. También se elegirán tres accésits que no recibirán ningún premio en metálico.
- El plazo de admisión terminará el próximo 15 de enero de 2016. Un jurado compuesto por nueve miembros procedentes del Ayuntamiento –el concejal de Desarrollo Sostenible y tres técnicos–, de los colegios oficiales de Arquitectos e Ingenieros y profesionales de estas áreas destacados por sus trabajos en mobiliario urbano elegirá la mejor propuesta. Aún no hay fecha para el fallo.
- Comodidad y medio ambiente. Entre los criterios que se valorarán están la comodidad, su versatilidad en cualquier entorno urbano, accesibilidad para discapacitados y que sea medioambientalmente sostenible desde su fabricación hasta que sea desechado.
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