Inseguridad ciudadana

Evita un robo con un escudo «anti-butrón»

Los comercios de Pinar de Chamartín han optado por levantar paredes blindadas para evitar que los ladrones las taladren. Ayer una tienda de móviles sufrió el tercer intento en nueve meses

La Razón
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Los comercios de Pinar de Chamartín han optado por levantar paredes blindadas para evitar que los ladrones las taladren. Ayer una tienda de móviles sufrió el tercer intento en nueve meses

Los comerciantes de la calle Caleruega en Pinar de Chamartín están cansados de ser objetivo de los amigos de lo ajeno un día sí y otro también. En apenas nueve meses desde que se instaló en el número 19 de la citada vía, un comercio de Movistar ha sufrido tres robos. «El primero, en Semana Santa, fue todo un éxito, entraron por un agujero en la pared y se llevaron todo el almacén», explica el empleado. Sin embargo, los dos siguientes no tuvieron tanto éxito, porque los propietarios del establecimiento han tomado medidas para poner las cosas lo más difícil posible a los ladrones.

Hace un par de meses el asalto fue por la puerta delantera: un alunizaje con un vehículo destrozó el cristal y casi acabó con la persiana metálica, pero los bolardos instalados en el escaparate, las alarmas y la alerta de una vecina evitaron que los cacos pudiesen llevarse el material de la tienda. Y la última vez, la pasada madrugada. De nuevo un butrón en el local vacío anejo al establecimiento de telefonía móvil. Aunque se trata de una antigua sede bancaria, la puerta es más que endeble, basta un empujón para comprobar que los cierres pueden saltar con facilidad en manos de cualquier ladrón avezado. Sin embargo, esta vez los butroneros se encontraron con algo que no esperaban: ladrillos reforzados. Como en la anterior ocasión, comenzaron a picar la pared para alcanzar el comercio del otro lado pero un fuerte muro de ladrillos más gruesos que los habituales les complicaron el avance, por lo que de nuevo el robo quedó en frustrado.

Precisamente este mismo método utilizaron dos locales más arriba en la Joyería Castillo, que sufrió un robo con butrón en 2011 que les dejó sin existencias. «Como estaba puesto el cierre, tuvieron todo el tiempo del mundo para vaciar los escaparates y llevarse todo lo del almacén», cuenta María Dolores, propietaria de la joyería. Los ladrones utilizaron distintas herramientas para abrir un butrón en el cuarto de contadores de la tienda de ropa del local de al lado y destrozaron las cámaras de vigilancia una vez dentro del comercio joyero. Además, usaron una lanza térmica para reventar la caja fuerte y hacerse con la mercancía de mayor valor.

Hace cuatro meses, la Joyería Castillo volvió a sufrir un intento de robo mediante el método del butrón, pero esta vez los cacos no lograron acceder al establecimiento, puesto que la reconstrucción de la pared que comunica con la inmobiliaria que sustituyó al comercio textil se realizó con el mismo tipo de ladrillo reforzado que han utilizado en la tienda de Movistar y colocaron sensores de movimiento por todo el local. «Hace unos años robaban casi todas las semanas en algún comercio de la calle y parece que últimamente han vuelto a ponernos en el objetivo», señala María Dolores.

Así lo denuncia también un camarero de un bar cercano, que asegura que este verano también han entrado a robar en un restaurante chino de la misma calle. Igualmente, en dos ópticas situadas en Caleruega han sufrido atracos, bien entrando por la puerta y amenazando a los empleados, o mediante un alunizaje que les abrió violentamente el paso al interior del comercio. «Antes había un banco para evitar que volvieran a usar un coche para entrar en el escaparate, pero lo retiraron hace poco», se lamenta Carmen, encargada de una de las ópticas.

Agentes de la Policía Científica acudieron ayer al establecimiento de Movistar para tratar de recabar pruebas que les ayuden a dar con los ladrones que intentaron asaltar el comercio mediante el método del butrón.