Madrid Arena
Flores mintió al juez con el pago de su fianza
Las escrituras que presentó para eludir la prisión son de una propiedad hipotecada. Le faltan 20.000 euros para cumplir con la cantidad fijada por el juez Palop
Miguel Ángel Flores pagó su fianza con un piso hipotecado. El principal imputado por el caso Madrid Arena eludió la prisión provisional interpuesta por el juez instructor de la causa, Eduardo López-Palop, aportando las escrituras de un inmueble de valor muy superior a los 200.000 euros, sobre el que pesa una hipoteca bancaria y del que sólo habría abonado 180.000 euros. Le faltarían, por tanto, 20.000 euros para cumplir la fianza fijada por el juez, según confirmó un portavoz del TSJM. Flores consiguió aportar la cantidad establecida apenas una hora y media después de la resolución emitida por el Juzgado de Instrucción número 51, en la que también ordenaba la retirada de su pasaporte. Ocurrió el pasado 28 de diciembre, cuando declaró por segunda vez en sede judicial tras haber sido detenido el día anterior (él se presentó de forma voluntaria al conocer que se había emitido esa orden) ante su inminente riesgo de fuga, tras conocerse que habría mentido en varios puntos de su primera declaración y tras la insistencia de algunas acusaciones advirtiendo del riesgo de fuga, alegando propiedades y familiares en Latinoamérica.
El organizador de la trágica fiesta de Halloween y dueño de la empresa Diviertt pasó la noche en dependencias policiales y, tras conocer el dictamen de Palop, su abogado hizo entrega de las escrituras.
Sin acreditar
La acusación popular, ejercida por el sindicato Manos Limpias, recurrió la resolución y solicitó una nueva de prisión incomunicada sin fianza. En sus alegaciones, Manos Limpias esgrimía que la cuantía fijada «no era proporcional a la magnitud del bien jurídico protegido, cinco vidas». Pero además, en otro escrito remitido al juez instructor, el sindicato solicitó conocer exactamente los detalles de esa fianza aportada por Flores. Una petición a la que se adhirieron, al menos, las acusaciones ejercidas por los familiares de las fallecidas Cristina Arce y María Teresa Alonso –los últimos se sumaron al proceso a finales de diciembre–. A día de hoy, sin embargo, las partes aún no han recibido notificación alguna y desconocen exactamente en qué terminos se encuentra el inmueble. Según Virginia López, abogada de Manos Limpias, «el juez tenía que haberse cerciorado de que la fianza se había abonado correctamente». La acusación ejercida por la familia de Teresa Alonso ha solicitado que se acredite un certificado de dominio y cargos aportado por el Registro de la Propiedad en el que conste quién es el propietario y qué cargas tiene, ya que las escrituras presentadas por Flores son del año 2000, según fuentes judiciales. Un inmueble, al parecer, avalado por una empresa cuyo origen no habría podido ser demostrado, según las mismas fuentes. Sin embargo, el juez Eduardo López-Palop no parece que vaya a requerir al imputado que complete la cantidad establecida para eludir la prisión, sino que serán las partes las que «deberán presentar un ampliación de fianza», según el TSJM.
Sea de quien fuere la propiedad de la vivienda, desde el pasado 28 de diciembre es propiedad del juzgado que instruye el Arena. Una instrucción con la que algunas partes se muestran descontentas por varias razones, como ésta de la fianza. «La obligación del juez y de la fiscal es acreditar que ese inmueble está libre de cargas. Este individuo nos la ha colado a todos y esto no puede ocurrir en ningún caso, pero menos en uno así», comentó una de las acusaciones. «Nos sentimos indignados y engañados».
Una polémica cifra que abonó en hora y media
El pasado 27 de diciembre, el juez instructor del «caso Madrid Arena» accedía a una de las peticiones que casi desde el inicio solicitaban las familias de las víctimas, el resto de partes personadas en el caso e incluso la delegada del Gobierno: que se dictaran medidas cautelares contra el promotor de la trágica fiesta de Halloween en la que fallecieron cinco jóvenes por aplastamiento.
Miguel Ángel Flores durmió aquella noche en los calabozos, pero a la mañana siguiente el juez oyó las peticiones de la Fiscalía –que no pidió prisión ineludible– y permitió, pese al riesgo de fuga por el que ordenó su detención, que el principal imputado se librara de su paso por la cárcel a cambio de fianza. Cuando Flores oyó la cantidad fijada por el instructor de la causa su reacción fue portada de periódicos: «Esta fianza la pago en una hora y fuera», dijo.
Dicho y hecho. En sólo una hora y media, el empresario de la noche madrileña salió de Plaza de Castilla con la única obligación de presentarse dos días al mes (cada 8 y 22) en dependencias judiciales, al igual que otros imputados por la tragedia. Y es que la cuantía fijada por el juez representaba, haciendo un sencillo cálculo aproximado, la mitad de lo que el pudo recaudar la noche de la tragedia en la «Thriller Music Park» sólo con la venta de entradas, a una media de 30 euros el tique y tras vender 16.791, según confirmaron las urnas.
La fianza de Flores no pasará a la historia como una de las más elevadas. En Madrid sólo existe un caso comparable al del Arena, que es el de Alcalá 20. En esta discoteca, donde murieron 81 personas por un cúmulo de imprudencias en 1983, el juez impuso a los propietarios –posteriormente condenados– una fianza de 10 millones de las antiguas pesetas.
No obstante, en la actualidad, los jueces han elevado los pagos para eludir prisión. El récord es de 50 millones de euros y lo ostenta Ángel de Cabo, el «liquidador» de Viajes Marsans. Su dueño, el empresario Gerardo Díaz Ferrán tuvo que pagar 30 millones de euros para no pisar la cárcel. A los protagonistas de Gürtel, también reconocidos empresarios, el magistrado les impuso desde 15 millones a Correa, a 750.000 euros a Alberto López-Viejo. La última fianza sonada, la de Iñaki Urdangarín, es de 8 millones .
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