Fusión jazz-blues y lo mejor del folk en el Conde Duque

Llega el verano y Conde Duque acoge como cada año los conciertos más singulares y plurales de la programación veraniega, dentro de los Veranos de la Villa que organiza el Ayuntamiento de Madrid.

Llega el verano y Conde Duque acoge como cada año los conciertos más singulares y plurales de la programación veraniega, dentro de los Veranos de la Villa que organiza el Ayuntamiento de Madrid. Este año, además, se ha querido homenajear a una de las figuras más influyentes del flamenco, Camarón de la Isla, en el XXV aniversario de su fallecimiento. Jorge Pardo ha sido el encargado de inaugurar los Conciertos de Estío con «Camarón más allá de la leyenda», que regalará los oídos de los madrileños esta misma noche en el Patio Central.

Tras el flamenco, llega el turno del jazz, con sonoridades poéticas como las que remiten el trompetista Paolo Fresu y el bandoneonista Daniele di Bonaventura. También el saxofonista Matana Roberts sorprenderá con sus propuestas urgentes y vanguardistas de este género, que después se podrá disfrutar en mezclas con músicas hermanas como el blues o el soul. Conde Duque acogerá a la considerada como la mejor «Billie Holiday», la cantante británica, instalada en París. ALA.NI.

Junto a la música exportada, en los espectáculos estivales también hay espacio para las raíces ibéricas. Mágica y misteriosa será «La noche Andalusí» que acercará al espectador a una de las personalidades más destacadas de nuestro folk, Luis Delgado, junto a un ensemble de músicos, y únicas y singulares serán las aventuras renovadas y renovadoras de dos artistas y creadoras que le están dando nueva personalidad al pop y al fado, Maika Makovski y Cristina Branco.

El ciclo Conciertos de Estío dedica también un especial protagonismo a la música clásica, contando con algunos de los solistas y los concertistas más reputados de nuestra lírica, que nos visitarán en formación de dúo, la violonchelista Beatriz Blanco y el pianista Federico Bosco por un lado, y la intérprete de traverso Ada Pérez y el clavecinista Tim Veldman, por otro.

Una de las señas de identidad de Conde Duque es la búsqueda permanente de la singularidad artística y emocional y ciclos como éste son un testimonio más de esta declaración de intenciones. Un refugio para las buenas músicas, las creaciones más audaces y escoradas y para los autores e intérpretes que no acostumbran a transitar por las sendas comerciales de la cultura. Serán un total de nueve conciertos durante los primeros días de julio a partir las ocho de la noche y con un precio de entre 8 y 17 euros.