Política

Presupuestos autonómicos

Gobierno sin oposición

La Razón
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La debilidad que paulatinamente va anulando al líder de los socialistas madrileños y a su dividido grupo no conviene a nadie. Madrid y el Gobierno de Ignacio González necesitan una oposición consolidada, alejada de sectarismos, con ganas de debatir, solvente, responsable. De manera que, en lugar de ofrecer cada jueves un deprimente espectáculo desde el Parlamento regional, las noticias fueran que los políticos madrileños defienden unidos los intereses de los ciudadanos.

Así, por ejemplo, haríamos un frente común a la hora de reclamar los 1.000 millones de euros que se nos deben a los madrileños y cuya ausencia afecta tan negativamente a nuestros presupuestos. Sin embargo, ningún grupo de la oposición arrima el hombro ni para esto ni para pelear por proyectos que generan empleo como Eurovegas, Madrid 2020 o el Complejo Canalejas. Un razonamiento simplón y anticuado les hace pensar que si al PP le va mal, a ellos les irá bien.

El Gobierno de González no tiene alternativa. Hubo un tiempo en que casi se lo llegó a creer un autoproclamado «Invictus», que se troncha cada vez que le mencionan Parla, cuando lamentablemente es la única actividad que se le conoce junto a la de socorrista de piscina –y enchufado–, antes de liderar el PSM. Hoy recolecta enemigos en todos los medios, en el Senado, en la Asamblea de Madrid y entre dirigentes de su propio partido. Aparte de eso recibe denuncias por prevaricación, malversación y tráfico de influencias, informes escandalosos del Tribunal de Cuentas, presupuestos anulados, sobresueldos, despidos ilegales y deudas millonarias contraídas durante su gestión como alcalde. Quisiera contar otra cosa. Pero esto es lo que tenemos enfrente.