Gómez se comerá solo la paella del Dos de Mayo

Tan tradicional como el desfile militar por la Puerta del Sol es ya el acto alternativo que organiza cada año el Partido Socialista de Madrid coincidiendo con la celebración institucional del Dos de Mayo.

Tan tradicional como el desfile militar por la Puerta del Sol es ya el acto alternativo que organiza cada año el Partido Socialista de Madrid coincidiendo con la celebración institucional del Dos de Mayo. Un evento, bautizado como el «Día de la rosa», que en contadas ocasiones se ha librado de la polémica. En años anteriores los socialistas congregaron a sus militantes en Malasaña o Las Vistillas con la excusa de celebrar una «fiesta-mitin» acompañada por conciertos de lo más variado. Desde un cuarteto de cuerda, en 2009, a la cantante «La Shica», o el vocalista de Danza Invisible, han actuado para los socialistas en este acto desde la llegada de Tomás Gómez a la Secretaría General del partido. Nada relevante si no fuera por la difícil, y reconocida, situación económica que atraviesa la federación madrileña de la formación. Porque precisamente el dinero que costará este acto ha vuelto a levantar en armas a las agrupaciones más críticas con la línea oficial que se impone desde Callao y que ha anunciado que este año en la plaza del Dos de Mayo los asistentes al mitin pondrán degustar una paella.

Y es que, en un año en el que los afiliados de Tomás Gómez han tenido que aumentar las cuotas de sus aportaciones al partido para hacer frente a su incierta situación económica, la noticia de la invitación a comer a los que se pasen por una fiesta concebida para lucimiento de la ejecutiva de Tomás Gómez (en esta ocasión no habrá representantes de Ferraz y sólo pronunciarán su discurso el secretario general, la secretaria de Organización, Maru Menéndez, el líder de Juventudes y el presidente del PSM, Juan Barranco) ha caído como un jarro de agua fría especialmente en las sedes cuyos secretarios generales no comulgan con la línea política de su líder regional.

En el presupuesto que la formación aprobó en su último Comité regional, el PSM cuenta para este 2013 con 495.000 euros procedentes de cuotas extra. Dos «pagas» que la dirección socialista regional solicita tanto a sus afiliados como a sus cargos públicos con periodicidad semestral. Dos euros más al mes, en el caso de los militantes de base, que permitirán al partido «equilibrar el presupuesto anual y preparar a la organización para los nuevos escenarios económicos que se vislumbran», según el citado presupuesto ordinario de los socialistas.

Hace unos días Maru Menéndez, secretaria de Organización del PSM, presentaba el «mitin-fiesta» de 2013 como un acto especialmente reivindicativo. Asimismo, añadía que el «Día de la rosa» –que en esta ocasión homenajeará los 134 años de historia del PSOE– será «muy austero, igual que el año pasado». Es precisamente el concepto de austeridad que prevén aplicar los socialistas en su celebración del Dos de Mayo lo que critican desde las agrupaciones: «Estoy seguro de que, si preguntan en las agrupaciones, a la organización se le iría de la cabeza esta historia de invitar a comer», opinaba un socialista de Alcalá. «Con la que está cayendo no estamos para mítines y, mucho menos, para paellas», se quejaban ayer desde el entorno de Pérez Rubalcaba. En el ámbito regional, en la Asamblea, más de lo mismo. Algunos diputados ven esta fiesta más como medio para ganar congresos que para lograr arrebatar el gobierno al Partido Popular en unas elecciones. La competición está clara: frente a la recepción que ofrecerá Ignacio González en la Puerta del Sol, Gómez –a quien también se espera en la sede del Gobierno regional– organiza una fiesta en la que la presente situación de aislamiento de la Ejecutiva madrileña quedará fotografiada. Este jueves en la plaza del Dos de Mayo no se espera presencia de ningún miembro del partido a nivel nacional. El acto estará tan centrado en Tomás que ya hay hasta quien asegura que ni siquiera el portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Jaime Lissavetzky, ha recibido la invitación de Callao.