Guerra de currículums en la Asamblea

Cifuentes pasa de la defensa al ataque contra el secretario general del PSM, que mintió en un título.

Como caída del cielo, la exclusiva publicada por “Okdiario” sobre una irregularidad en el currículum académico de José Manuel Franco, secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid, sirvió a la presidenta Cristina Cifuentes y al resto del grupo popular de la Asamblea como arma arrojadiza contra sus opositores en el Pleno celebrado durante la jornada de ayer. Entre ataques ingeniosamente escondidos tras metáforas, intercalados con reproches directos a los que durante las últimas sesiones concentró su discurso en el “caso máster”, el Partido Popular pidió insistentemente la dimisión del portavoz adjunto de los socialistas en el parlamento autonómico: “Y si no lo hace, cojan su moción de censura y tírenla a la basura”, llegó a decir el portavoz del PP en la cámara, Enrique Ossorio, tachando de hipócritas a los que piden que la presidenta regional pare en sus funciones por el escándalo que, desde hace tres semanas, cuestiona su credibilidad política. Unos minutos antes y para no hacer esperar a los medios, José Manuel Franco respondía sobre la información lanzada por el citado medio digital destapando que en la página web de la institución, el jefe del PSOE-M apareció durante ocho años como licenciado en Matemáticas, una titulación que, tal y como él mismo reconoció ante la prensa, nunca obtuvo.

Se trata de un nuevo ingrediente que, lejos de adelantar el desenlace de una historia que empieza a eternizarse, no ha hecho sino acrecentar el conflicto que mantiene enzarzados a los distintos personajes que ayer protagonizaron el último capítulo de esta particular guerra de currículums. Y es que, si por un lado las intervenciones de PSOE, Podemos y Cs siguieron arremetiendo contra la presidenta autonómica a la que ya no se le piden explicaciones, sino directamente su dimisión al dar por aclarado el asunto una vez que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) reconoció públicamente el pasado martes la existencia de graves irregularidades y dejaron en manos de la Justicia el caso, el PP de Cifuentes se mostró engrandecido por los últimos sucesos y lleno de energía y agudeza para embestir contra sus contrincantes.

Pocos fueron los diputados populares que desaprovecharon la ocasión del Pleno para pedir la salida inmediata del parlamento de José Manuel Franco, e inmediata quiere decir antes de la finalización de la sesión: “Son las 10:49 y que yo sepa el señor Gabilondo no ha pedido aún la dimisión del señor Franco. Se le está pasando el día”, amenazaron cuando aún no había transcurrido la primera hora de la reunión el portavoz del Gobierno autonómico, Ángel Garrido. Y tampoco Podemos salió libre de una actuación en la que el PP se ha mantenido punzante de principio a fin: “Yo no he cometido ninguna ilegalidad y no me he llevado un solo euro público; Íñigo Errejón recibió una beca que cobró en dinero negro de manos de un profesor que Podemos ha premiado con un escaño en el Congreso”, ha asestado Cifuentes en una de sus intervenciones sobre quien, según sus palabras, “ya tiene un sitio en la cámara sin celebrar primarias”.

Pero, pese a la insistencia del PP, el secretario general de los socialistas a nivel regional apenas dedicó unos segundos a defender su versión de lo sucedido, desatando una tormenta de quejas llegadas de todas las bancadas, entre bruscos gestos y hasta golpes contra las mesas en una demostración del punto de tensión que ha alcanzado el Pleno de la Asamblea, cada vez más difícil de controlar por la presidenta, Paloma Adrados. Una tensión que en esta sesión, se mantuvo viva de principio a fin, desde el turno de preguntas hasta las presentaciones de las Propuestas No de Ley (PNL).

La presidenta de la Comunidad, por su parte y haciendo alarde del habitual semblante seguro que siempre la acompaña -teñido además por la satisfacción de ver el foco mediático sobre otro objetivo que no sea ella y su partido-, se ha ausentado durante gran parte de la sesión, pero cuando ha estado, se ha hecho ver: Cristina Cifuentes no dejó de dar indicaciones a sus compañeros de grupo, llamando a la calma unas veces, asintiendo satisfecha otras, compartiendo constantemente impresiones con su número dos, el señor Garrido, y atendiendo sin descanso su teléfono móvil.

Piedras contra Ciudadanos

Una vez los socialistas registraron la moción de censura contra la presidenta de la Comunidad, el PP comenzó a ver con buenos ojos la propuesta inicial de Cs de crear una comisión de investigación para esclarecer el controvertido “caso máster”. Así lo adelantó ya el portavoz del Gobierno capitaneado por Cifuentes al día siguiente, y así lo recalcó diciendo que no cree que este grupo quiera realmente llegar al final del asunto: “Temen que las declaraciones que nosotros tenemos que presentar demuestren la implicación de cierto partido”, ha insinuado la política refiriéndose al PSOE. Además, la guerra continuó a través en la red, con acusaciones de irregularidades en el currículum contra uno de sus más mediáticos diputados en el Congreso: “A Toni Cantó se le cayó el título de pedagogo de la web de la institución en el cambio de chaqueta”, publicaron los populares en Twitter.