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Guerra en el carril bici: «Aquí no cabemos todos»

La Mesa de la Bicicleta recurre a la FEMP y a la DGT para que pongan freno a la «invasión» de vehículos a motor en vías ciclistas.

Un ciclista, ayer, comparte carril bici con un joven en patinete en el centro. Algo, según denuncian, muy habitual. Foto: Jjavier Fdez.-Largo
Un ciclista, ayer, comparte carril bici con un joven en patinete en el centro. Algo, según denuncian, muy habitual. Foto: Jjavier Fdez.-Largolarazon

La Mesa de la Bicicleta recurre a la FEMP y a la DGT para que pongan freno a la «invasión» de vehículos a motor en vías ciclistas.

Las aceras para los peatones, los carriles bici para las bicicletas y la calzada para el resto de vehículos a motor. Y eso incluye patinetes, hoverboards, segways o monociclos, que no paran de crecer y que piden paso en la ciudad. Es lo que opinan los ciclistas. Carmena «no se atreve a quitar espacio a los coches, pero por el carril bici no cabemos patinetes y bicicletas o los nuevos vehículos impulsados por motores eléctricos que tienen un amplio rango de potencias y velocidades», dice Carlos Núñez, portavoz de la Mesa Española de la Bicicleta, que agrupa a todo el sector de las dos ruedas en España. La ordenanza de movilidad que se aplica en Barcelona y hoy se aprobará en Madrid, ha alertado al sector de la bicicleta, que ya ha recurrido a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y hasta a la DGT para que ponga freno a la entrada de «intrusos» en el carril reservado para las dos ruedas reconocido en las ordenanzas municipales de ciudades como Madrid. Entre otras cosas porque «en la capital, tenemos muy pocos kilómetros de carril-bici como para compartirlo con los vehículos eléctricos de movilidad personal, porque cuando el Ayuntamiento habla del número que existe no es real, ya que incluye el anillo verde».

Y es que la nueva ordenanza de movilidad que previsiblemente será aprobada hoy en el Ayuntamiento de la capital madrileña reserva sólo carriles bici protegidos a estos nuevos vehículos de movilidad personal siempre y cuando su tamaño lo permita y sus usuarios respeten a los peatones.

Los ciclistas ven positivo que las nuevas tecnologías hayan favorecido la aparición de otras formas de movilidad urbana que son más sostenibles. Pero «en los últimos años se ha producido una auténtica invasión de las vías ciclistas por parte de estos vehículos, algunos de los cuales tienen potencias de hasta 4.000 W (límite superior de un potencia de un ciclomotor al amparo de una instrucción de la DGT del año 2016».

La Dirección General de Tráfico no incluye a estos nuevos ocupantes de las vías dentro de la categoría de vehículos de motor, ya que ni se tienen que fabricar siguiendo las homologaciones necesarias para estos vehículos, ni es obligatorio que el que los utiliza precise del permiso de circulación, ni que pague una póliza de seguro, ni necesita un carné para conducirlos. Pero los ciclistas quieren que se les considere como vehículos a motor porque el hecho de que se les permita circular por los carriles bici «es un peligro que debe ser evitado porque la infraestructura está diseñada para carriles de menor potencia», explica Carlos Núñez.