Ana Botella
Guerra municipal contra las cacas de perro
Detectives, patrullas de incógnito, la devolución de las heces y hasta kits de limpieza... Los ayuntamientos endurecen su normativa para acabar con los vecinos incívicos
Se ven en las calles, en los parques, en las aceras, junto a los colegios y hasta en la puerta de las iglesias. Los excrementos caninos que ciudadanos maleducados dejan por doquier suponen un deslucimiento y un coste elevado en limpieza para todas las ciudades. Para luchar contra este comportamiento incívico los consistorios madrileños han probado de todo, desde incrementar las multas a enviar por correo las deyecciones de sus perros a sus propietarios junto con la sanción correspondiente. La última ocurrencia ha sido la de Colmenar Viejo, que ha contratado a dos actores para que ejerzan de detectives perrunos y conciencien a los vecinos de la localidad de que deben recoger los desperdicios de sus animales de compañía.
Colmenar Viejo. Además de los actores que se harán pasar por los Sherlock y Watson caninos, el consistorio colmenareño deplegará a detectives reales que observarán la conducta de los propietarios de animales para, en caso de que no recojan las cacas de sus perros, llamar a la Policía Local para aplicar la correspondiente sanción. No es la primera vez que este ayuntamiento emprende una campaña para evitar este comportamiento. Con el lema «Si tu perro hablase..», repartieron folletos con un mapa de localización de todas las instalaciones municipales sanitarias para perros, donde pueden hacer sus necesidades libremente. Asimismo, señalaban los puntos del municipio donde se pueden coger bolsas gratuitas para recoger los excrementos caninos.
Brunete. El pasado verano esta localidad emprendió una llamativa campaña para tratar de concienciar a sus vecinos de la importancia de contribuir a mantener las calles limpias. En concreto, varios voluntarios se dedicaron durante varios días a «espiar» a los ciudadanos mientras paseaban a sus perros para grabarles en vídeo cuando no recogían las cacas. Posteriormente, tomaron los excrementos y los empaquetaron, para después enviarlos a la casa de cada propietario junto con la correspondiente multa.
Galapagar. En este municipio, después de intentar campañas de concienciación, contar con la colaboración de vecinos para detectar los puntos negros donde más excrementos se quedaban sin recoger y aumentar las patrullas para advertir de las sanciones que conllevaba este comportamiento, optaron por esconder a los esconder los uniformes municipales para multar directamente a los infractores al pillarlos in fraganti. Estos inspectores de incógnito recorren los puntos negros detectados en las horas más habituales en las que los propietarios sacan a los perros, por la mañana y por la tarde.
Móstoles. Al igual que en Galapagar, los mostoleños que no recojan las cacas de sus perros se pueden encontrar de sopetón con una multa, puesto que los agentes municipales patrullan de paisano para denunciar este tipo de actuaciones incívicas. Además, han puesto en marcha también campañas originales de concienciación como la llamada «Cuento Contigo», en la que repartían «kits de regalo» con guantes y bolsas para que los vecinos propietarios de animales de compañía pudiesen recoger los excrementos.
Alcobendas. El ayuntamiento acaba de presentar una nueva campaña para que los vecinos de esta localidad mantengan el pueblo limpio de todo tipo de suciedad, no sólo la de los excrementos de perros. Con el lema «Ciudadano modelo, ¿das la talla? y actividades en las redes sociales, animan a no tirar chicles ni colillas al suelo, pintar grafittis y, sobre todo no recoger las cacas de los perros cuando el municipio distribuye anualmente 450.000 bolsas entre los dueños de los perros en las 2.057 papeleras con dispensador de sanecanes que hay cada 100 metros y tiene habilitadas 21 áreas específicas para la defecación de estos animales distribuidas por toda la ciudad. Igualmente, la Policía patrulla comenzará una campaña de vigilancia, vestidos de paisano, en los parques públicos y zonas verdes.
Madrid. El consistorio que dirige Ana Botella tiene desde 1995 las famosas «motocacas» para recoger exclusivamente los excrementos, que actualmente utilizan otros municipios para limpiar las deyecciones caninas. Además, en la nueva ordenanza de Limpieza aumentaron las multas de 90 hasta 1.500 euros para enfrentarse a este comportamiento incívico. Aunque el pasado año se abrieron 500 expedientes sobre tenencia de animales, en ellos se incluyen también las multas por no llevar al perro con correa o sin bozal.
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