Hallan el cuerpo descuartizado de una mujer en un contenedor en Sanchinarro

Lejos de aclararse, las incógnitas que rodean al macabro hallazgo de los operarios de la recogida de basuras en el barrio de Sanchinaro, no dejan de aumentar. Desde este sábado, la Policía investiga la muerte de una mujer de mediana edad descuartizada y repartida en al menos dos contenedores del barrio madrileño.

El primer hallazgo se produjo a las 10:00 horas de la mañana cuando unos trabajadores de limpieza daban la alarma tras encontrar una bolsa de basura con la parte inferior de un cuerpo de mujer –de la cadera a los pies– en un elevado estado de descomposición. Sólo 13 horas después, otros empleados municipales se encontraban con la misma escena. En este caso, se trataba de partes del estómago, vísceras intestinales, otro órgano «importante» y un ojo, según fuentes policiales. Este segundo descubrimiento se produjo en un contenedor de la calle Arroyo de Pos, a la altura del número uno, a poco más de un kilómetro andando de donde se hallaron los primeros restos, en el número 44 de la calle Ana de Austria, ambas en Sanchinarro.

Los primeros indicios obtenidos apuntan a que el asesino, o los asesinos, habrían matado a la víctima y tiempo después la descuartizaron, ya que lo restos de sangre que se encontraron estaban secos y las partes corporales presentaban un avanzado estado de descomposición. Tanto en el primer hallazgo como en el segundo, agentes de la Policía Científica y del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional peinaron las zonas aledañas con el fin de obtener pruebas nuevas, así como las partes del cuerpo que faltan por encontrar. Sin embargo, en ninguna de las dos ocasiones se llegó a adquirir datos u objetos que arrojaran luz sobre la identidad de la mujer o sobre cómo se produjo su muerte. La Policía también ha «peinado» sin éxito el vertedero de Valdemingómez, ya que, al haberse encontrado los otros restos en contenedores de basura, se confiaba en hallar más pistas identificativas en el vertedero municipal de la capital.

Forenses y antropólogos

Las partes del cuerpo que han sido halladas se encuentran en el Instituto Anatómico Forense a la espera de que se realicen las pruebas de ADN con las que se intentará identificar de la fallecida, así como datos que determinen los detalles de su muerte. Normalmente, son los médicos forenses quienes evalúan y establecen las causas de este tipo de muertes, pero en esta ocasión parece que no será suficiente su labor, ya que, tal y como informaron fuentes de la investigación, «es posible que se requiera la presencia de antropólogos que estudien los huesos, debido al grado de descomposición que resgistra el cuerpo de la víctima».

A la espera de nuevas pruebas e informaciones, la Policía está cotejando los datos disponibles con el fichero de mujeres desaparecidas por si pudiera existir alguna vinculación. Además, y puesto que se desconocen las identidades del presunto o presuntos asesinos, los agentes encargados del caso están revisando las cámaras de seguridad de la zona por si hubieran grabado a la persona o personas que depositaron las bolsas de basura que guardaban los restos corporales hallados.

45 muertes por homicidio en lo que va de año

Con éste, el número de fallecidos por homicidio asciende a 45 en la Comunidad. El mes de noviembre, con ocho muertes, fue el más cruento. De las víctimas, 27 eran hombres, 17 eran mujeres y hay un caso en el que se desconoce la identidad. De los 45, 27 eran españoles (tres de ellos de origen peruano, dominicano y ecuatoriano), 8 eran extranjeros y de 10 no se sabe la nacionalidad. Todavía se encuentran en investigación dos casos: el de un varón hallado en el Tejar de Eustaquia y el de un cadáver semienterrado cerca de la M-541.