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La Champions de los lateros en Madrid

Frente al masivo despliegue policial, los hosteleros denuncian la impunidad de una veintena de vendedores ambulantes

La Puerta del Sol el pasado sábado antes del partido de la Champions League de fútbol / Foto: Luis Díaz
La Puerta del Sol el pasado sábado antes del partido de la Champions League de fútbol / Foto: Luis Díazlarazon

Frente al masivo despliegue policial, los hosteleros denuncian la impunidad de una veintena de vendedores ambulantes.

Una alfombra de latas vacías. Así quedó el centro de Madrid tras el paso de los hinchas del Tottenham y del Liverpool, que también hicieron de las suyas en las «fan zones» de Colón y Felipe II para disfrutar de la final de la Champions League. Pese al esfuerzo del Ayuntamiento de Madrid –que ha recogido 85.000 kilos de basura entre el jueves y el domingo en todos los escenarios relacionados con el partido–, tanto en el dispositivo especial de limpieza como en pedir a los hosteleros que usaran sólo plástico y nada de cristal para evitar la acumulación de residuos no reciclables, los «lateros» ignoraron el masivo despliegue policial para hacer negocio entre las aficiones.

Según denunciaron ayer desde el Gremio de Restauradores de la Plaza Mayor y Madrid de los Austrias, hubo momentos en que había hasta 20 lateros en la plaza sin que ninguna autoridad hiciese nada al respecto y pese a que los propios hosteleros les grabaron en vídeo. Además y a falta de que la próxima semana den las cifras oficiales, desde el Gremio criticaron la organización del festival del fútbol en la Plaza Mayor que les impidió abrir las terrazas el viernes y sólo pudieron hacerlo a medio gas el sábado y el domingo. Según explicó el presidente, José Antonio Aparicio, que recalcó el interés de los hosteleros porque se celebren eventos así en la capital, durante meses hubo una colaboración fluida con los organizadores para ubicar el campo de fútbol en la plaza sin que hubiera problemas con el aforo de seguridad, que es el que, cuando se supera, obliga a cerrar los veladores. Sin embargo, en los últimos meses, se cerró esa comunicación por la instalación de varios stands de gran tamaño que han afectado al aforo y cuyo montaje ha impactado negativamente en los negocios de la Plaza Mayor y su entorno, que calculan unas pérdidas de aproximadamente un 20% teniendo en cuenta los inconvenientes durante el montaje y el tiempo que han podido abrir las terrazas. Con todo se calcula que los cerca de 100.000 ingleses que han viajado hasta la capital –y han batido el récord de vuelos en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas–, habrían gastado 50 millones de euros en la capital durante el fin de semana.

La otra cara de la final la vivieron los vecinos de los barrios que acogieron las «fan zones». Amparo, una vecina de que vive en las inmediaciones de la plaza de Felipe II, en Goya, donde estaba la zona del Liverpool, afirmó que la fiesta estaba siendo «un desastre» con los aficionados llenando las calles de «desechos, plásticos, y pis». «Salí a dar un paseo con mi padre y se me pegaban las zapatillas al suelo de la suciedad», recalcó. Por ello, insistió en que la fiesta «está muy bien» pero que sería mejor llevársela «a un recinto más grande al aire libre» fuera del centro de la ciudad.

Y es que, la estampa de las zonas de los aficionados ingleses era «una locura» y «un escándalo», según contaron otros vecinos. Se podía ver a muchos aficionados cantando, bebiendo en la calle, sin camiseta o incluso orinando en cualquier esquina. Y los cubos de basura habilitados, reventados de latas y plásticos. Además, algunos seguidores de ambos equipos cruzaban por en medio de la calle sin mirar y respetar a los coches. Por su parte, una viandante de la zona de Colón, donde estaba la afición del Tottenham, definió la escena de fiesta como «una mierda» ya que los fans «solo vienen a destrozar y a beber». Igualmente, relató que «el griterío» se escuchaba ya «desde la noche anterior» aunque ya de mañana la situación estuvo «más tranquila», concluyó.

Asimismo, la fiesta afectó a los comercios de la zona, los cuales algunos no llegaron abrir. De entre los que sí abrieron, una tienda de ropa para niños. «Ha afectado a mi negocio. Desde las dos de la tarde no ha pasado ni un cliente» resumió la encargada. «Antes vino una embarazada, pero al ver el ambiente se agobió y se fue», relató otra dependiente de mismo local. Otro de los locales que sí abrieron, varios bares y restaurantes, contaban que habían doblado la seguridad para esa ocasión y que «de momento» no habían tenido «incidentes» destacables.

Catorce detenidos

De hecho, en comparación con la última final de la Champions que acogió el estadio Santiago Bernabéu en 2010, apenas ha habido incidentes de emergencias y seguridad. Así, en el choque entonces entre los hinchas del Inter de Milán y el Bayern de Munich hubo 74 detenidos, mientras que este fin de semana han sido arrestado 14 aficionados por causar daños en un bar, peleas y venta de entradas falsas, además de un hombre acusado de abusar sexualmente de una mujer y enfrentarse a la Policía, y otro que trató de hacer volar un dron sobre la Plaza Mayor.

En el caso del dispositivo de Samur Protección-Civil, hubo 172 asistencias a personas que habían sufrido lipotimias o mareos a causa del calor, traumatismos e intoxicaciones etílicas entre la tarde y noche del pasado sábado. Ningún caso fue grave y tan sólo 16 de ellos necesitaron traslado al hospital. Además, el viernes atendieron a 25 personas, de las cuales cuatro fueron trasladadas a centros hospitalarios.