Política

Despidos

La decisión de la huelga, en manos del 13% de la plantilla

La Razón
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Convocan huelgas que afectan a miles de usuarios (la última, el pasado 31 de diciembre, a los corredores de la San Silvestre Vallecana y a los madrileños que optan por el Metro para trasladarse a las tradicionales cenas de Nochevieja y que tuvieron serios problemas de movilidad ante el funcionamiento de los servicios mínimos), pero, paradójicamente, de media apenas un diez por ciento de la plantilla vota en las asambleas en las que se deciden las fechas de los paros así como su «agresividad» con los viajeros. De los 7.700 empleados con los que Metro cuenta en total, apenas 1.002 (el 13%) participaron ayer en la votación que se saldó con dos nuevas convocatorias de paros totales, un referendo en el que 206 trabajadores votaron en contra de los paros. Es la tónica general en las asambleas de trabajadores de Metro de Madrid, que la semana pasada, cuando los sindicatos pusieron sobre la mesa las fechas del 4 y 5 enero, lograron que un pírrico 4,6 por ciento de la plantilla votara su petición de huelga. Entonces 358 personas votaron a favor, 117 en contra y hubo 17 abstenciones. Apenas una décima parte de los empleados tiene la capacidad, se quejaron fuentes de la compañía, de decidir «si Metro funciona o no con normalidad en un día tan señalado y de tanta actividad para Metro como es el día de la cabalgata de Reyes, es decir, que sólo 358 personas tienen la capacidad total de paralizar una ciudad como Madrid en un día en que el transporte público es tan esencial para el buen funcionamiento de la capital».

Las mismas fuentes añadieron que, a diferencia de otras empresas públicas, la dirección de Metro no ha planteado nunca a su plantilla despidos ni ERE. La empresa pública destina más de 360 millones de euros anuales a pagar los salarios de sus trabajadores, un tercio de su presupuesto anual a pesar de que, según explicó ayer el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad, Pablo Cavero, «la empresa cuesta a los madrileños 800 millones anuales», lo mismo, añadió, que cuesta Renfe al Estado.