Abusos a menores

La Fiscalía pide 46 años para un funcionario por abusar de cuatro presas en Soto del Real

La Fiscalía de la Audiencia de Madrid ha elevado hoy de 42 a 46 años su petición de cárcel para un funcionario de prisiones acusado de agredir sexualmente a cuatro reclusas en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid), según fuentes jurídicas.

La Fiscalía de la Audiencia de Madrid ha elevado hoy de 42 a 46 años su petición de cárcel para un funcionario de prisiones acusado de agredir sexualmente a cuatro reclusas en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid), según fuentes jurídicas.

El Ministerio Público ha modificado sus conclusiones en el último día del juicio a Miguel Ángel P.F., procesado por un presunto delito de abuso continuado en el ejercicio de su función en conjunción con cuatro delitos de agresión sexual.

En el turno de última palabra, el acusado ha defendido su inocencia y ha desmentido lo dicho por las internas que lo denunciaron, al tiempo que ha hablado de su "brillante"desempeño profesional y su papel como "maravilloso"padre de familia.

Ha asegurado que "jamás"ha ido solo al módulo de mujeres, después de que se presentaran las denuncias por parte de las reclusas.

El procesado matizaba de este modo la declaración del director del centro, quien dijo ante el tribunal que le advirtió al funcionario de forma verbal que no acudiese al módulo de mujeres, tras las denuncias, pero éste incumplió la orden, lo que, para el directivo de la prisión, supuso "un antes y un después"para creer a las presas.

Durante la sesión de hoy, los peritos que examinaron a las víctimas han acreditado que presentaban un síndrome de estrés postraumático a consecuencia de los episodios de abusos que habían sufrido.

Según las conclusiones del Ministerio Fiscal, el funcionario de prisiones con destino en el centro penitenciario de Soto del Real acosó sexualmente a varias internas entre los años 2007 y 2009.

El procesado, valiéndose de su situación y cargo, cuando no era visto por otros funcionarios, agredió verbalmente, tocó, se rozó, amenazó y forzó a Diana, Francedy, Miosoti y Tina, hasta el punto de desencadenar en las reclusas serios episodios de estrés que han necesitado tratamiento especializado, indica la Fiscalía.

Las mujeres, para evitar encontrarse con el acusado, solicitaban, en ocasiones, traslados en la prisión, incluso perjudiciales económicamente para su situación, o pedían ser llevadas a otros centros, aún a sabiendas de que estarían más lejos de su familia, para evitar los episodios de agresión, que solo concluyeron tras la tramitación de las denuncias.