La Habitación Roja, año eléctrico

Los tiempos anteriores a la salida de «Fue eléctrico» (2012, Mushroom Pillow) fueron de planteamientos profundos para La Habitación Roja. Ese momento en toda banda en que las cosas se ponen difíciles y hay que elegir entre dejarlo o intentarlo una vez más, contra viento y marea. Rupturas sentimentales, situaciones familiares adversas, y esa sensación que tienen las bandas veteranas (18 años llevan en la carretera) de evidente calidad pero menos reconocimiento del merecido. «Como una relación de pareja que se desgasta», explica Jorge Martí, voz y principal compositor de la banda valenciana. Al final la balanza se decantó por seguir, y un año después, tras el reconocimiento en las listas de lo mejor del año de la prensa especializada, una exitosísima gira por España, e incluso un premio en México al disco (el Indi-o Music Award), el grupo cierra con todos los honores la gira en la Riviera de Madrid esta noche. «Y eso no es todo, no creas. Hasta hemos recibido un telegrama del presidente de la Generalitat», cuenta Martí, que cree que Alberto Fabra «debe de tener algún buen asesor». A pesar de todas las buenas señales, sus respuestas son totalmente contenidas. «Es una sensación muy placentera, después de todo», dice. «¿Contenidas? ¿Sabes por qué? Porque tengo a mis hermanos y a mis cuñados en paro, y a muchos amigos. Hay tantas miserias alrededor que, si te digo la verdad, el entorno te agua la fiesta. En mi familia hay gente muy jodida; mi mujer está enferma. Son problemas que tiene todo el mundo, pero me resulta inevitable que me afecten», asegura. Martí habla también «de cuando todo el mundo decía que íbamos a vender 100.000 copias y parecía que nunca cumplíamos las expectativas». «Ahora nos volvemos a ilusionar y eso es lo mejor de este grupo. Estamos juntos y estamos trabajando en el siguiente disco. Incluso en la discográfica nos están metiendo prisa para hacerlo. Eso es lo importante», dice Martí.