La inauguración del intercambiador, en verano

Aunque arriba ya no habrá rastro de las obras, bajo la superficie los trabajos continuarán en Avenida de América hasta este próximo verano. La remodelación, informaron desde la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, «sigue a muy buen ritmo y ya se ha ejecutado el 85% del proyecto global». Con la obra civil ya terminada –la primera fase concluyó el pasado octubre y permitió que los autobuses interurbanos y los de largo recorrido regresaran a las dársenas del intercambiador– ahora los operarios están dedicados a cuestiones de funcionalidad de la infraestructura: climatización, sistemas de información en tiempo real o control de la iluminación. Todo sin que los viajeros (alrededor de 156.000 diarios) desaparezcan en ningún momento de la infraestructura.

La renovación de Avenida de América ha compaginado los avances en el proyecto con el trasiego de los usuarios de las cuatro líneas del suburbano que llegan al intercambiador y la prestación del servicio de transportes de las líneas que tienen en este punto sus cabeceras y que ya han notado las mejoras. Desde el pasado otoño los usuarios de los autobuses procedentes de Paracuellos, Guadalajara, Meco o Torrejón, y los viajeros de los de las largas distancias a Zaragoza, Barcelona o Tarragona, entre otros, se ahorran hasta siete minutos de viaje gracias a las reformas de los accesos al intercambiador.

Los de las líneas urbanas que ahora tienen que salir a la superficie para coger su autobús ya se pueden hacer una idea de lo que comenzarán a difrutar en los próximos meses. La nueva cara del intercambiador contará con escaleras mécanicas más anchas entre las plantas y mamparas entre las dársenas y la zona de viajeros como la que existe en intercambiadores de más reciente construcción. También se ha llevado a cabo una nueva rampa de emergencia para autobuses y se ha renovado el aparcamiento público de 253 plazas de rotación y 392 para residentes. Las obras comenzaron en verano de 2010. En aquel momento, la previsión de inauguración se situó en marzo de 2012.

Una obra pensada para rebajar la contaminación

El 29 de octubre de 2013, miles de usuarios de los autobuses interurbanos y de larga distancia comenzaron a percibir los beneficios de la nueva infraestructura. La consecuencia fue un tráfico más fluido en la zona y menos molestias a nivel de ruido y contaminación para los vecinos.