Restringido
La máquina recaudatoria
De confirmarse los datos de recaudación obtenidos en concepto de multas de tráfico por el Ayuntamiento de Parla, habría que situar a este municipio madrileño no en el cuadro de honor de la seguridad vial sino en el «top ten» de los municipios españoles con una mayor voracidad recaudatoria, ya que los cerca de dos millones de euros recaudados por multas de tráfico en menos de dos meses es difícil que los pueda conseguir ninguna de las empresas del Ibex 35.
Bajo la bandera de la seguridad vial muchos ayuntamientos han encontrado en las multas de tráfico un nuevo instrumento de recaudación para sufragar injustificadas liberalidades realizadas durante años sin un riguroso control del gasto público. En el caso de Parla, no está justificada la imposición de 225 multas diarias para un censo de apenas 56.000 conductores y vehículos. Eso significa, que además del IBI y del Impuesto de Vehículos, a cada conductor parleño le corresponde pagar cada año una media de 240 euros en multas de tráfico.
Pero no crean que es por la comisión de infracciones graves de circulación –sorprendentemente en 2013 sólo se tramitaron tres multas con pérdida de puntos– es porque alguien en el municipio se ha encargado de engrasar la maquina recaudatoria de las multas de circulación para que mejore, no la seguridad vial, sino la recaudación de determinadas cuentas que hasta ahora eran deficitarias.
*Director de Automovilistas Europeos Asociados (AEA)
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