Samur

La obra era «legal» y los obreros niegan haber provocado el incendio

El perímetro afectado es de unas 600 hectáreas, aunque no se quemó todo
El perímetro afectado es de unas 600 hectáreas, aunque no se quemó todolarazon

Dos operarios prestaron declaración ante la Guardia Civil la noche del lunes como presuntos responsables de la tragedia ecológica de Valdemorillo. Los trabajadores se encontraban realizando obras en una vivienda particular de la urbanización Los Barrancos cuando, mientras trabajaban con una radial, saltaron unas chispas que presuntamente provocaron las primeras llamas. La tarde de los hechos se encontraba trabajando en la obra –realizada por una empresa de reparaciones– un equipo de varios empleados pero sólo declararon ante los agentes del Seprona dos de ellos: el encargado de obra y el operario que manejaba la radial, según fuentes conocedoras del asunto. Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que los trabajadores niegan los hechos. No obstante, la Guardia Civil se encuentra recogiendo pruebas que evidenciarían su teoría. Los agentes del Seprona trabajan con unos imanes con los que «atrapan» de la zona quemada trozos de metal que habrían salido despedidos al cortar con la radial. Al parecer, pueden saltar pequeñas virutas de metal incandescente hasta cinco o siete metros de distancia, según los expertos.

Cotejo de muestras

Los agentes, que tratan de averiguar el punto exacto del origen del fuego, recogieron ayer esas muestras, que cotejarán con el metal cortado en la vivienda y con la radial, que ya se ha incautado. Después de este proceso, se les volverá a llamar a declarar. Las obras, no obstante, sí eran «legales y autorizadas», según las mismas fuentes, aunque desde el Ayuntamiento de la localidad no lo confirmaron ni facilitaron la licencia. Los investigadores deberán determinar ahora qué tipo de negligencia se ha cometido: leve, grave o muy grave (en función de si reunía las medidas de seguridad obligatorias, el número de hectáreas que se han quemado y otras variables aún por determinar). Además de multas, también se les podría imputar un delito de incendio forestal por imprudencia, según los expertos. Y es que, en caso de demostrarse que la negligencia la cometió el obrero que trabajaba con la radial, sería él el imputado. Mientras los investigadores trabajaban ayer en este punto, 600 hectáreas de pastos, monte raso y árboles continuaban anoche ardiendo tras más de 40 horas de un arduo trabajo de extinción. La noche del lunes se llegó a activar el Nivel 2 del Plan Infoma y a solicitar más ayuda a la Unidad Militar de Emergencia (UME). Los efectivos trabajaron durante toda la noche sin descanso para intentar controlar las llamas.

Al amanecer, los medios aéreos volvieron a incorporarse a las tareas, pero no fue hasta las ocho de la mañana cuando los profesionales comienzan a ganarle la batalla a las llamas y es entonces cuando se decide prescindir de la ayuda del Ejército. Tres horas después, sobre las 12:15 horas del mediodía, el incendio se dio por controlado.

Entonces, tras una reunión en el puesto de mando avanzado, se decide abrir al tráfico la M-510, la única carretera que quedó cortada la tarde anterior (las llamas estaban a ras de la calzada en algunos tramos). No obstante, los vecinos desalojados ya pudieron regresar a su hogares a las nueve de la mañana.

Durante la tarde de ayer, la principal preocupación de los Bomberos fue apagar completamente el fuego y refrescar cualquier resquicio de humo pero, sobre todo, les preocupaba el fuerte viento que soplaba ayer en la región. De hecho el 112-Comunidad de Madrid advirtió a organismos y ayuntamientos de alerta naranja por rachas de viento máximas de hasta 90 kilómetros en algunas zonas de la Comunidad. En la zona del incendio, la Sierra Oeste, los vientos no eran tan fuertes, pero sí entorpecieron el trabajo de los Bomberos. El dispositivo que trabajó ayer fue de 120 personas, entre medios asistenciales y de intervención. Además, había medios del Ministerio de Agricultura, que se retiraron sobre las siete de la tarde. A esa hora, había 20 medios de Bomberos de la Comunidad trabajando en la zona, según informó un portavoz regional. Una cifra que se rebajó a lo largo de la noche a sólo seis medios terrestres de la Comunidad, colocados estratégicamente a lo largo del perímetro. Aún así, la previsión era que esta mañana medios aéreos siguieran refrescando la zona afectada.

Con respecto a la zona quemada, el presidente regional, Ignacio González, explicó ayer que, aunque el perímetro de la zona afectada es de en torno a las 600-700 hectáreas, el terreno quemado será «mucho menor», ya que no ardió en su totalidad. El fuego, por causas como la orografía del terreno o los vientos, avanza en distintos sentidos y no ardió todo. Según explicó a Efe el jefe del servicio de Protección Civil, Jesús Gil, el fuego ha quemado pastos, pero los árboles –sobre todo encinas y enebros– están «poco afectados». Además, Gil añadió que este tipo de árboles tienen la capacidad de rebrotar desde el interior, por lo que antes del verano del año que viene apenas se notarán sus efectos. El consejero de Presidencia, Salvador Victoria, subrayó que «no hay que lamentar pérdidas materiales», pero «sí el daño ecológico».