Atlético de Madrid

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La operación Calderón, desde cero

El TSJM anula el Plan Parcial aprobado por Ana Botella para este ámbito en 2014. El fallo no afecta a la hoja de ruta del Gobierno de Carmena, que ya ultima un nuevo plan con menos viviendas y que garantice al Atlético su traslado a La Peineta

Imagen de la «operación Mahou-Calderón», según el Plan Parcial de Reforma Interior aprobado en 2014 y que preveía levantar dos rascacielos de 36 plantas y otras ocho torres
Imagen de la «operación Mahou-Calderón», según el Plan Parcial de Reforma Interior aprobado en 2014 y que preveía levantar dos rascacielos de 36 plantas y otras ocho torreslarazon

El TSJM anula el Plan Parcial aprobado por Ana Botella para este ámbito en 2014. El fallo no afecta a la hoja de ruta del Gobierno de Carmena, que ya ultima un nuevo plan con menos viviendas y que garantice al Atlético su traslado a La Peineta

Una de las operaciones urbanísticas que Manuela Carmena heredó de su predecesora en la Alcaldía, Ana Botella (PP), la que afecta en Arganzuela al ámbito de la antigua fábrica de Mahou y el Vicente Calderón, ha sido nuevamente anulada en los juzgados. En una sentencia del 30 de mayo, a la que ha tenido acceso este diario, el TSJM estima el recurso presentado por Ecologistas en Acción. El fallo de este tribunal no sólo anula el Plan Parcial de Reforma Interior de la operación Mahou-Calderón de 2014, sino que también tumba la modificación parcial del Plan General de Ordenación Urbana que elaboró el Ejecutivo de Ruiz-Gallardón en 2009 para estos terrenos.

Para justificar la nulidad, el juez destaca dos razones. Por un lado, el Plan Parcial de Botella incumple la limitación de de tres alturas más ático. A este respecto, el TSJM no tiene en cuenta la modificación de la Ley del Suelo –apoyada por el Ejecutivo de Cristina Cifuentes y Ciudadanos en diciembre de 2015– que levantó la limitación en altura, al considerar que no es posible aplicarla retroactivamente. En segundo lugar, subraya la sentencia que tanto el Plan Parcial como la modificación puntual del PGOU no tienen en cuenta las reservas de suelo obligatorias para viviendas protegidas. Al margen de dar la razón a Ecologistas en Acción, a las tesis del Ejecutivo de Carmena y a la reivindicación de una parte de los vecinos, el fallo, que puede ser recurrido ante el Supremo, tendrá una incidencia limitada, casi nula, en el futuro de los terrenos de la antigua fábrica de cerveza y el estadio de fútbol. Fundamentalmente, porque el consistorio y el Atlético de Madrid trabajan desde hace meses en una nueva ordenación que disminuya la edificabilidad del proyecto inicial –las casi 2.000 viviendas quedarán reducidas a la mitad– y un nuevo reparto de las cargas urbanísticas. El proyecto anulado por el TSJM afecta a una superficie de 175.365 m2 y contemplaba la demolición del Calderón, el soterramiento de la M-30 y la construcción de ocho torres de hasta 20 veinte plantas y dos rascacielos de 36 alturas.

Está previsto que la nueva propuesta del delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo, para estos terrenos se presente en las próximas semanas. En la comisión del área del pasado mes de marzo, el director de Planeamiento y Gestión Urbanística, Juan Carlos Lasheras, negó la existencia de «una propuesta concreta». El delegado Calvo sí dejó claro que el Gobierno de Carmena tiene el compromiso de cumplir el convenio con el Atlético que permitirá a este club «disponer de un estadio en propiedad en marzo de 2017». El Atlético necesita con cierta urgencia que la nueva ordenación urbanística se concrete para obtener liquidez. Con el dinero que obtenga de la venta del 45% de los terrenos de esta operación, podrá devolver al empresario Carlos Slim los 160 millones que éste les prestó para acometer la reforma de La Peineta.