Rumanía

La Policía busca a dos varones rumanos por la paliza a Florita

La indigente de 84 años agredida en Chamberí regresó ayer a su país

Florita y su pareja tomaron ayer un autobús en la estación de Méndez Álvaro con destino a Rumanía
Florita y su pareja tomaron ayer un autobús en la estación de Méndez Álvaro con destino a Rumaníalarazon

Final feliz para la historia de Florita. La indigente víctima de una paliza la madrugada del pasado jueves, cuando pernoctaba sobre unos cartones en un portal de la calle Cardenal Cisneros –a pocos metros de la glorieta de Bilbao–, tomó ayer un autobús en la estación de Méndez Álvaro con destino a su pueblo natal en Rumanía. Flor regresa a casa en compañía de su pareja gracias a las gestiones hechas por el Samur Social durante este fin de semana. Durante estos días ambos han dormido en un hotel pagado con los donativos de varios ciudadanos.

Al tiempo que la pareja se despedía de algunos amigos en la estación antes de partir a Rumanía, en la capital, agentes de la Policía Nacional comenzaban a buscar a dos varones de la misma nacionalidad que la agredida como presuntos autores de la paliza que dejó a esta anciana de 84 años en estado de semiinconsciencia y con los ojos y el cuerpo amoratados. Al menos esa es la pista que, aseguraron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, dejó la mujer a los agentes en una de las declaraciones que realizó tras el suceso.

Los investigadores descartan ya que se trate de un delito de odio hacia los «sintecho» o aprofobia. Flor guardaba entre sus enseres una cantidad de dinero con la que pretendía pagar los billetes para volver a su país estas navidades. La hipótesis de los agentes se centra en que los dos agresores conocían que la mujer llevaba cierta suma de dinero encima y decidieron robarle la cartera que llevaba colgada al cuello. Ella se resistió, motivo que provocó que los varones iniciaran la brutal agresión antes de huir con el botín. En declaraciones a Ep Flor aseguró ayer que no conocía a sus atacantes y explicó que vino a Madrid a mendigar para ayudar a su familia, no de manos de una mafia.