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La Policía «libera» a 39 menores encerrados en el sótano de un local

Los jóvenes había pagado 10 euros

Los vecinos han denunciado en numerosas ocasiones a los dueños de la discoteca
Los vecinos han denunciado en numerosas ocasiones a los dueños de la discotecalarazon

Agentes de la Policía Municipal del distrito de Carabanchel desalojaron una discoteca en la que se estaba celebrando una fiesta con 39 menores en un sótano que, a diferencia de la discoteca, no disponía de licencia de actividad y no estaba habilitada para el uso.

Los jóvenes, que aseguraron que habían pagado 10 euros por la entrada al local y que se les había permitido acceder al mismo con sus propias bebidas, manifestaron que no podrían salir de la sala hasta las 6 de la mañana siguiente para no ser detectados por la policía, por lo que los responsables de la discoteca habían cerrado la puerta con candado.

Varios vecinos de la zona donde se encuentra la discoteca "Imperio Latino"denuncian el exceso de ruido y las trifulcas constantes que se registran en el local, del que fueron desalojados la noche del viernes 39 menores de un sótano sin licencia y medidas de seguridad.

Según ha señalado a Efe un vecino del barrio, desde el primer día que abrió la discoteca -ubicada en la Calle de las Hermanas Alonso Barceló- ya hubo una pelea en la que apuñalaron a un joven, lo que forzó la llegada de la policía y el consecuente cierre del local.

Tras abrir sus puertas hace poco más de un par de meses, este vecino sostiene que ya la han cerrado en dos o tres ocasiones.

"Hacen lo que les da la gana y están hasta las 5 de la mañana dando guerra. Tendrían que cerrarla", añade.

En este sentido, afirma que son habituales las denuncias y se queja de la basura y de la falta de limpieza del local.

Por su parte, un vecino del inmueble en cuyos bajos se encuentra la discoteca sostiene que al llegar la policía había muchos jóvenes que salieron corriendo y escondieron botellas de alcohol entre los coches.

También recuerda que hace un mes ya se registró una pelea entre un par de grupos de jóvenes que obligó a llamar a la policía e insiste en las constantes quejas del vecindario por los ruidos procedentes de la discoteca.