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La Policía reduce el cerco al pederasta a doce sospechosos
La investigación recoge pruebas incriminatorias de una docena de sujetos sometidos a un seguimiento las 24 horas. Una de las líneas abiertas apunta a la existencia de dos agresores distintos
Aunque todas las hipótesis está abiertas, incluso no se descarta que haya más de un pederasta detras de los casos de Ciudad Lineal, la Policía ya tiene el foco puesto en una docena de sospechosos, que están sometidos a un seguimiento las 24 horas del día.
Según ha podido saber este periódico, el cerco sobre el depredador sexual, que estaría detrás del secuestro y agresión de cuatro niñas en los distritos de San Blas, Hortaleza y Ciudad Lineal, se está cerrando poco a poco hasta el punto de que fuentes policiales están ya en posición de afirmar que «la investigación está suficientemente bien orientada como para que dé resultados». Lo único que no se atreven a dar es un plazo para la detención del depredador que ha vaciado los parques de los tres distritos afectados.
Gracias a la colaboración ciudadana y al trabajo casi sin precendentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la investigación está en estos momentos focalizada en una docena de sujetos sobre los que ahora se estarían recopilando las pruebas necesarias para proceder a la detención y además poder incriminarle los delitos; un paso esencial para que la Justicia pueda condenarle una vez pase a disposición judicial. Es la llamada fase probatoria que desde la investigación señalan tan importante para su encarcelación como la propia captura y detención.
A pesar de las dificultades del caso, como la destreza del pederasta a la hora de ocultar huellas, la edad de las víctimas –y las precauciones que esto implica a la hora de tomarles declaración–, o la repercusión mediática del caso –que en más de una ocasión ha jugado en contra de las líneas de investigación abiertas– la resolución del caso está cada vez más cerca.
Para llegar a este punto de la investigación, la Policía Nacional está contado con la colaboración ciudadana, que se ha volcado con el caso y que ha aportado a la investigación testimonios y pistas que la Policía cuenta por miles, y con todos los recursos de las Fuerzas y Cuerpos de toda España, tanto técnicos como humanos, que se han puesto a disposición de la Jefatura Superior de Madrid para el esclarecimiento de este caso, en el que se cuenta con la colaboración de las comisarías generales del cuerpo, de la Policía Judicial, Científica, Participación Ciudadana y Seguridad Ciudadana.
Primeros resultados
De hecho, las fuentes consultadas informan de que, a raíz de las pesquisas puestas en marcha por este caso concreto, ha sido posible la detención de al menos dos agresores sexuales –sin relación con el caso investigado– y varias personas acusadas de realizar exhibicionismo.
El caso de llamado «pederasta de Ciudad Lineal» lo sacó a la luz LA RAZÓN el pasado 12 de abril después de que secuestrara y agrediera sexualmente a una niña de 9 años que jugaba en el llamado Parque Flori de este distrito. La llevó a un piso, la narcotizó y, tras abusar de ella, la abandonó cerca de la estación de Metro de Canillas. El segundo caso se produjo el 17 de junio en la calle Luis Ruiz del mismo distrito señalado. Una niña de origen chino y sólo 5 años fue raptada de la puerta de la tienda que regentaban sus padres y encontrada unas cuatro horas después en la calle Jazmín, a unos siete kilómetros al norte del mismo distrito, sola, muy nerviosa y con síntomas de haber ingerido algún medicamento, tras lo que fue trasladada al hospital La Paz, donde se confirmó que había sido víctima de agresiones sexuales. En esta ocasión, el «depredador» también la había llevado a un piso y había borrado posibles rastos de ADN repitiendo el mismo «modus operandi» de la anterior.
Sólo unos días después se supo que la misma persona estaría detrás de otro secuestro y agresión llevado a cabo en noviembre del pasado año y que hasta ahora se mantenía sin resolver en los archivos policiales. Aunque en aquella ocasión la menor no fue trasladada a un piso, otras coincidencias con los casos anteriormente expuestos hacen pensar a la Policía que se trata del mismo agresor. La última víctima se produjo el pasado viernes 22 de agosto. Una menor, en este caso de siete años y de origen dominicano fue raptada en la calle Gomeznarro y abandonada en un descampado cerca de la calle Mequinenza. Este secuestro sólo duró una hora y media y la menor no fue llevada a un piso como en las anteriores ocasiones ni fue narcotizada, sin embargo, la Policía atribuye el caso al mismo pederasta.
El perfil del «depredador»
Obsesionado por las menores de complexión delgada
La Policía trabaja con un perfil claro del considerado «enemigo público número 1». Sabe que este depredador sexual actúa como el «pederasta tipo»; es decir, llevaría una vida normal y se guiaría a la hora de cometer las agresiones por sus «impulsos» o «necesidades» y por la «oportunidad o la ocasión» del entorno en el que se mueve. Los investigadores descartan que tenga algún tipo de conocimiento especial o mayor preparación para evadir la acción policial, así como que actúe movido por afán de protagonismo o que en su objetivo esté retar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Algunas teorías incluso apuntan a que pudiera tratarse de más de un pederasta por los dos «modus operandi» puestos en práctica en los cuatro raptos que se le atribuyen. No obstante todas las víctimas tendrían en común su complexión pequeña y delgadez. La Policía tiene prácticamente descartada la posibilidad de que se trate de un pedófilo que haya cometido delitos de pederastia; es decir, que haya pasado de la atracción o deseo por los menores a cometer un abuso o agresión sexual; ya que entre todos pedófilos investigados en las redes por la Jefatura de Madrid ninguno ha dado el paso a la pederastia.
Una unidad policial especializada en violencia en el ámbito familiar
Aunque no ha sido este caso lo que ha provocado el proyecto en el que está inmerso el Ministerio del Interior, el departamento que dirige Jorge Fernández está ultimando la puesta de marcha de unidades de violencia en el ambito familiar con presencia en las comisarías. El objetivo de estos agentes es dar un tratamiento específico a los delitos cometidos principalmente contra mujeres y menores así como potenciar la lucha contra esta lacra que cada año se lleva por delante a decenas de víctimas. Para la creación de estas unidades se requiere de una modificación orgánica de la Policía, un proyecto que en el que se trabaja desde hace meses y que se espera que entre en funcionamiento en los próximos meses.
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