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La semana decisiva

La Razón
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A partir de mañana comienzan las jornadas más determinantes para el PP de Madrid. El lunes, la candidata Cristina Cifuentes se reúne con Ignacio Aguado de Ciudadanos, para cerrar la votación de la Mesa de la Asamblea. Se trata del primer lance en el que la popular se juega sus posibilidades de gobernar en Madrid. A su favor juegan no sólo el haber defendido que C’s tenga representación en la presidencia de la Cámara, aunque no tengan derecho a ello por el número de votos obtenidos, sino que se ha salido con la suya en la limpieza de imputados en el PP de Madrid. Ha superado dos crisis: la de su número 7, Álvaro Ballarín, cuya imputación fue retirada; y la de los dos ex consejeros, Salvador Victoria y Lucía Figar, implicados en la trama «Púnica». El martes C’s tendrá en su mano dar todo el poder a PSOE y Podemos en la Asamblea de Madrid, dejando al PP con un mínimo de un vicepresidente y un secretario, o dar la primera muestra de confianza al «nuevo PP» de Cifuentes. Tras esta votación, que, con todo, no supone un punto de inflexión a la hora de conseguir un pacto en la investidura, la candidata popular retomará sus contactos con Aguado con el PSOE de Ángel Gabilondo, de quienes quiere lograr un respaldo tácito y con José Manuel López de Podemos. Será la nueva mesa de la Asamblea la que decida qué día se convoca la primera votación para la investidura y será el presidente del Parlamento vallecano quien eleve la propuesta sobre el diputado que aspira a gobernar Madrid. Se abrirá entonces un plazo máximo de dos meses para que Cifuentes consiga, no sólo gobernar Madrid, sino ganarse el respeto del PP regional y nacional. Con la presidencia de la Comunidad, la candidata lograría mantener una de las plazas más importantes para el partido, que ha perdido la mayoría absoluta en todo el territorio nacional. Esto supondría un espaldarazo de cara a la renovación del partido en Madrid, que es el gran tema a debatir desde el 24-M. Mariano Rajoy pactó con Esperanza Aguirre que, si lograba ser alcaldesa, dejaría la Presidencia del PP de Madrid, pero sus resultados y sobre todo los acontecimientos de la última semana han puesto en entredicho el liderazgo de la jefa de los populares madrileños. Rajoy no quiere congresos extraordinarios que revuelvan las aguas antes de las elecciones generales. Sin embargo, en Génova tampoco gusta la idea de que Aguirre participe en la campaña que comenzará este otoño. El objetivo es buscar una solución de transición que aguante hasta la celebración de los congresos regionales, que por calendario ordinario, no tocan hasta 2016.

Para entonces Génova tendrá que haber decidido si es Cifuentes quien tome el relevo de Aguirre o si pone en marcha unas de las ideas que ronda al presidente del partido es escoger a una persona de Génova para liderar al PP de Madrid y volver así a los tiempos en los que Pío García Escudero presidía la formación regional mientras que Alberto Ruiz-Gallardón era presidente de la Comunidad y José María Álvarez del Manzano ocupaba la alcaldía de la ciudad. No obstante, en Génova reconocen que si Cifuentes logra convertirse en presidenta de la Comunidad podría estar en posición de pedir hacerse con el control del partido, sobre todo después de la demostración de fuerza que le exige Ciudadanos a nivel interno.