Hostelería

Las terrazas resisten la ofensiva de Carmena

En el último año, la alcaldesa ha puesto una media de 25 multas, la mayoría en Centro. Ha cerrado y reducido la extensión de las terrazas. Sin embargo, el número de locales apenas se ha movido

Terrazas del barrio de Chamberí
Terrazas del barrio de Chamberílarazon

Las terrazas y la vida nocturna son unas de las señas de identidad de Madrid. Sin embargo, en esta ciudad que presume de que nunca duerme y en la que a todas horas puedes comer o tomar una cerveza, también hay quien reclama tranquilidad.

Las terrazas y la vida nocturna son unas de las señas de identidad de Madrid. Sin embargo, en esta ciudad que presume de que nunca duerme y en la que a todas horas puedes comer o tomar una cerveza, también hay quien reclama tranquilidad. El conflicto entre los que piden respeto al sueño y los que responden que «para dormir sin ruido hay que renunciar a vivir en la ciudad», ha vuelto a las calles.

La llegada de este verano adelantado ha sacado las sillas y mesas de los locales de restauración en avalancha. Aunque la última moda ha elevado las terrazas a áticos selectos, la calle sigue siendo para muchos la mejor manera de pasar las noches más calurosas; una práctica que muchas veces choca de frente con el descanso de los vecinos, que ya han salido a la calle a protestar –como el caso de los que viven en La Latina– por incumplir la normativa de ruido y por invadir más vía pública de la que les corresponde.

El Ayuntamiento de Madrid tiene autorizadas en la actualidad un total de 4.569 terrazas que ocupan 153.252 metros cuadrados; dos cifras que, según los afectados por su ruido, no se ajustan a la realidad: «Hay muchas más terrazas, porque la mayoría de los establecimientos no esperan a obtener la licencia para abrir sus terrazas, ya que les compensa pagar la multa a esperar sin abrir a que les concedan los permisos», explica Antonio, vecino de La Latina. Además, «casi todos los bares y restaurantes ocupan más de lo que les permiten: ponen un par de mesas más y piensan ¿quién se va a dar cuenta?», afirma. Sin embargo, según este vecino «cuantas más mesas, más ruido generan».

Acusan al consistorio de mirar para otro lado, sobre todo en el caso de Centro, pero lo cierto es que, al contrario, el consitorio de Manuel Carmena hace tiempo que puso en la diana estos establecimientos. Sólo en el pasado año se pusieron casi 170 multas más que en el anterior: una media de 25 al día. En total, en 2016 se interpusieron 9.250 sanciones; de las cuales, una de cada cuatro fueron en Centro, el distrito donde más terrazas hay. En total en este distrito hay 621 bares con licencia para colocar clientes en el exterior y tienen autorización para colocar 5.074 mesas y 17.057 sillas.

Sin autorización

Según el último informe de la Cámara de Cuentas sobre la fiscalización de las licencias públicas concedidas en Madrid, en el año 2015 se abrieron 391 expedientes por incumplir la autorización municipal concedida y se detectaron 229 terrazas sin autorización. El pasado año la Policía Municipal interpuso un total de 2.517 multas por irregularidades en terrazas de Centro (el 27,2% del total interpuestas), la mayoría por no tener licencia o por inclumplir la ordenanza del ruido.

Los vecinos no piden que desaparezcan, pero sí que cumplan la normativa de ruido y los horarios de cierre, que en la actualidad dependen de la licencia que tenga el establecimiento al que pertenecen, aunque la mayoría cierra a las dos. «El problema es la concentración», dice Juan, que dejó el centro hace ya unos años cansado de unos negocios que cada año suman más clientela. Según datos del sector (en base a las reservas de eltenedor.es) la reserva en terrazas han subido un 40 por ciento en este mes de junio debido a las altas temperaturas. De hecho, de las 4.569 terrazas autorizadas en Madrid, 2.873 tienen una concesión anual y 1.696 la tienen estacional (del 15 de marzo al 31 de octubre). Esto significa que el 37,2% de las terrazas abren en primavera, con el buen tiempo.

Si se atiende a los distritos, como ya se ha señalado es Centro el más «terracero» con 16.939 metros cuadrados cubiertos con sillas y mesas. La mayoría de estos establecimientos (el 29,3%) al aire libre tienen menos de diez metros cuadrados, pero hay cerca de cuarenta establecimientos que cuentan con terrazas de más de 70 metros cuadrados. No obstante, no todos los barrios de Centro son iguales. Sol y Palacio son que más bares al aire libre tienen, con 166 y 145 terrazas cada uno, respectivamente. Cortes y Universidad son algo más tranquilos ya que cuentan con 52 y 82 terrazas respectivamente.

Después de Centro, Chamberí es el segundo distrito con más establecimientos de verano, con un total de 398 licencias concedidas. Le siguen Salamanca, con 376; y Chamartín con 300. Ya por debajo de trescientos están los distritos de Arganzuela, Puente de Vallecas, Fuencarral, Retiro y Ciudad Lineal. Por debajo de doscientos están la mayoría: (por orden de mayor a menor) San Blas, Latina, Tetuán, Hortaleza, Carabanchel, Moncloa-Aravaca, Villaverde, Usera y Villa de Vallecas. Y por debajo de cien, Vicálvaro (79) y Barajas (48).

La «invasión»

La Ley Antitabaco de 2011 hizo que se disparara el número de terrazas en Madrid. Los bares y restaurantes comenzaron crearon instalaciones al aire libre desde años antes para preparar sus locales a la normativa que prohibió fumar en el interior de todos los establecimientos. Según datos del Ayuntamiento de Madrid, el número de terrazas aumentaron un 150% entre 2009 y 2012, llegando a las 3.740. En la actualidad la cifra se ha incrementado en un 22,2% hasta las 4.569 autorizadas este año. En las zonas más saturadas, como Centro y Salamanca, el consistorio ha reducido el número de metros cuadrados concedidos en las licencias. Además ha realizado duras campañas de control de autorizaciones cerrando terrazas tan conocidas como la de Ramsés de la Plaza de la Independencia o los establecimientos de Juan Bravo en el distrito de Salamanca La intención del Gobierno de Manuela Carmena era aprobar una nueva ordenanza de terrazas antes de este verano, pero por las fechas en las que estamos, parece que el tiempo se les ha echado encima.

Un horario de máximos y mínimos

La hora de cierre y apertura de las terrazas depende de la licencia municipal que el establecimiento al que pertenecen se le ha concedido. La mayoría de ellas son parte de bares o restaurantes que generalmente no pueden excederse más allá de las 2:00 horas. No obstante, la Comunicad de Madrid cuenta con una regulación de horarios máximos y mínimos para los establecimientos abiertos al público que Cristina Cifuentes quiere modificar. En la actualidad, éstos no pueden poner en marcha las terrazas hasta las 10:00 horas, una horario que Cifuentes quiere adelantar a las 08:00 horas en el caso de la apertura y a la 01:00 o 01:30 horas (según la estación) el cierre.

Los ayuntamientos tendrán capacidad para reducir este horario que se establecerá con carácter general, no obstante, tendrán que justificar la modificación de este horario regional, que la Comunidad quiere establecer para toda la región y para todo tipo de establecimientos abiertos al público.