Ayuntamientos
Leganés se salva del bloqueo con un pacto a la extremeña madrileña
Con un Gobierno en minoría y la oposición en contra para aprobar los presupuestos, el PP acuerda con IU la segunda fase de Legatec, que creará puestos de trabajo
Madrid- El resultado de las elecciones municipales de 2011 dibujó en Leganés un horizonte difícilmente gobernable. Al PP, con doce concejales, le faltaron dos para la mayoría absoluta. Enfrente, una oposición fuertemente fragmentada –con PSM, IU y Uleg– que ha obligado al alcalde, Jesús Gómez, a gobernar la ciudad durante estos dos años en minoría y con la sombra permanente de la moción de censura sobre sus espaldas. La progresiva italianización de Leganés ha vivido su punto culminante en los primeros cinco meses de 2013. La negativa de la oposición a aprobar las cuentas del equipo de Gobierno obligó a prorrogar las del curso pasado.
En mitad de este escenario, los 27 ediles tenían ayer una cita que podía condenar a la ciudad al bloqueo. La no aprobación de las dos mociones que el Partido Popular sometió al voto de los grupos hubiera dejado al consistorio, según fuentes municipales, al borde de la intervención. Finalmente, tanto la segunda fase del proyecto Legatec como la modificación presupuestaria orientada al mantenimiento de los servicios mínimos superaron el trámite.
El camino hasta conseguir esta tregua no ha sido fácil, como vino a remarcar la tensión que protagonizó varios momentos del Pleno. Las conversaciones mantenidas durante todo el fin de semana entre el consejero de Medio Ambiente y secretario ejecutivo de Territorial del PP de Madrid, Borja Sarasola, con el diputado regional y coordinador de IU en Leganés, Rubén Bejarano, allanaron el camino hasta la cita de ayer.
El desarrollo de la segunda fase del polígono empresarial Leganés Tecnológico (Legatec) recibió los votos favorables de PP e IU y contó con la abstención de PSM y Uleg. El Ayuntamiento apuesta así por dar continuidad a un polígono que supondrá la creación de 4.000 empleos y la atracción de empresas como Casbega, distribuidora de Coca-Cola, y El Pozo. Respecto a la modificación presupuestaria, el PP solicitaba cambiar tres puntos de las cuentas de 2013. Uno relativo a los gastos de personal, que posibilitaría la readmisión de los 38 empleados interinos despedidos, así como el pago de las nóminas a los funcionarios hasta final de año; un segundo apartado en el que se incluye el pago de gastos corrientes como el mantenimiento de los centros escolares, las piscinas o el centro deportivo de La Fortuna, además del mantenimiento de los trabajadores de muchas de estas instalaciones, y un tercer punto que abriera la puerta a la refinanciación de la deuda municipal. La oposición solicitó pronunciarse sobre estos puntos por separado, pero la llamada de atención de la interventora municipal obligó al voto conjunto. La abstención de toda la oposición también permitió su aprobación. Según el alcalde, todo ello permitirá «respirar a la ciudad», puesto que ya «no se cerrará instalación municipal alguna, quedarán garantizadas las nóminas y serán readmitidos los 38 trabajadores interinos despedidos».
Los enfados de una oposición muy dividida
La tensión marcó el desarrollo del Pleno de ayer en Leganés, especialmente con motivo del voto favorable de IU a la segunda fase de Legatec. El socialista Gómez Montoya increpó duramente al portavoz de IU por su «traición». El portavoz del PSM también protagonizó otro de los momentos insólitos del debate al anunciar que su grupo se ausentaba para no votar la moción relativa al cierre de dos colegios que él mismo había redactado. Finalmente, esta propuesta consensuada entre todos los grupos para solicitar a la Comunidad que no cierre los centros escolares se debatirá el jueves.
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