Letrados frente a las urnas

El día 13, se elegirá al nuevo decano del Colegios de Abogados de Madrid (ICAM). La actual decana, Sonia Gumpert, no concurrirá a las elecciones, una decisión que ha abierto el abanico a ocho candidatos.

El día 13, se elegirá al nuevo decano del Colegios de Abogados de Madrid (ICAM). La actual decana, Sonia Gumpert, no concurrirá a las elecciones, una decisión que ha abierto el abanico a ocho candidatos. Sin embargo, a diez días de la cita con las urnas son dos candidaturas que parece que se disputarán el triunfo: la del «continuista» Javier Íscar –que ha formado parte del equipo de Gumpert– y la de José María Alonso, ex-socio director de Garrigues y de Baker McKenzie.

Javier Íscar: «Soy la continuidad del cambio que empezó en 2012»

–¿Por qué se presenta?

– Porque hay que consolidar el cambio de estos cinco años. Hay que apuntalar lo que hemos conseguido y hacer mucho más. Creo que puedo presentar fielmente al colegio y a la profesión.

– ¿Se considera continuista?

Soy el candidato continuista respecto al cambio que comenzó en 2012. Soy la continuidad del cambio.

– ¿Cuáles son sus objetivos?

– Seguir avanzando en convertir el colegio en un centro abierto, que los servicios que prestamos se mantengan y que continuemos teniendo voz institucional. En definitiva, dignificar la profesión, algo que se consigue en lo pequeño y en lo grande.

– ¿Hay medidas estrella en su programa?

– La principal es el desarrollo tecnológico, porque vamos a conseguir crear una plataforma digital nueva que haga que la relación colegio-colegiado sea mucho más fácil y factible. También apostamos por potenciar el turno de oficio que necesita identidad corporativa propia, para ello, la Junta Directiva de la que formo parte ha creado una comisión para que sus reivindicaciones se tengan en cuenta. También queremos crear una plataforma de apoyo a los jóvenes para acompañarlos con labores de «mentoring», con cursos de técnicas jurídicas y simulaciones de juicios para que los jóvenes se inicien en la profesión con formación gratuita. Otro eje de nuestro programa es la promoción de la igualdad real entre hombres y mujeres.

– ¿Qué le parece que la Asociación de Jóvenes Abogados se posicionase a favor de José María Alonso?

– Entiendo que la asociación como tal debería permanecer neutral, si el presidente de la AJA quiere apoyar un candidato puede hacerlo. Pero es triste que por primera vez en la historia, esta asociación se ponga del lado de un candidato y ha sido una cosa muy criticada en las redes. Pero hay que tener en cuenta también que la AJA no representa a todos los jóvenes abogados. Hay 5.000 jóvenes en la asociación y 25.000 que no están. A lo mejor hay intereses que desconocemos para un apoyo tan descarado a un candidato.

– ¿Cuál es su opinión respecto a la polémica del voto por correo?

– Si una candidatura, como la de José María Alonso, financia los notarios que controlan las firmas, financia a los mensajeros que recogen los votos y esos mismos son los que custodian las papeletas que acaban en correos, no debe hacerse. Sería bueno reforzar los estatutos y el reglamento electoral para que el voto sea directo, secreto y personal. Aunque es verdad que la Comisión Electoral del ICAM ha determinado que no se pierde la trazabilidad del voto, es evidente que una papeleta que pasa por varias manos antes de llegar a su destino tiene probabilidades de ser manipulada. La Comisión no nos ha dado la razón pero la profesión lo ha criticado. Me quedo con esa victoria moral porque la razón dice que no eso no se debe hacer.

José María Alonso: «Quiero aplicar mis 40 años de experiencia para hacer un colegio útil»

– ¿Por qué se presenta?

– Llevo cuarenta años de profesional, he trabajado con los mejores juristas del país y he llegado a una etapa de mi vida en la que lo que me pide el corazón es devolver a la profesión lo que la profesión me ha dado a mí. Quiero aplicar toda mi experiencia para hacer un colegio útil que reporte al colegiado un valor a cambio de la cuota.

– ¿Cuáles son sus objetivos?

– Quiero convertir la abogacía en un referente nacional. En el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid somos 77.000 colegiados y no tenemos una presencia pública ni en relación con la sociedad civil ni con los sectores económicos y sociales. Me mueve la ilusión de que mi profesión sea fundamental para el Estado de Derecho y para la vida de los ciudadanos.

– ¿Cuáles son los puntos clave de su programa?

– Conseguir que la voz de la abogacía sea oída y respetada en todas las instituciones, en el poder legislativo, en el judicial y en los grupos parlamentarios. Pero también que seamos un actor esencial de la sociedad civil. Que el Colegio se rija por criterios de ética y sea útil. Además, tenemos una obsesión respecto a los jóvenes, a la conciliación familiar, las mujeres y el turno de oficio. También intentamos atraer a profesionales que no trabajan en los tribunales.

– Estas ideas están en los programas de los ocho candidatos ¿Qué aporta el suyo?

– Mi programa es más completo y más desarrollado. Todo esto puede estar en la propuesta de otra candidatura, pero si está en la de Íscar, se propone algo que podría haber hecho en los cinco años anteriores ya que ha estado en la Junta de Gobierno del ICAM. No basta con que se propongan cosas, hay que hacerlas.

– ¿Cómo valora la gestión de la anterior Junta Directiva?

– Me presento porque considero que la actuación de la Junta no ha sido la adecuada, estoy en clara discrepancia con lo que se ha hecho los últimos cinco años.

– ¿Cree tiene posibilidades?

– Si no las tuviera, no me presentaría. Para mí dar el paso para participar en las elecciones, es una decisión muy complicada, yo era el socio director de Baker McKenzie, que es un gran despacho. Para iniciar este camino he renunciado a muchas cosas, entre ellas económicas.

–¿Qué opina de la polémica del voto por correo?

– Las polémicas surgen porque hay candidatos que no quieren entrar en el debate de ideas y no se atreven a comparar programas. Respecto al voto por correo, esta candidatura ha seguido escrupulosamente lo que señalan los estatutos del colegio y la Comisión electoral lo ha dicho sin ambages.

– ¿Es posible convencer a un abogado de a pie que apoye la candidatura de un socio director de grandes bufetes?

– Soy una persona creíble y comprometida con su programa. Estoy acostumbrado a ejecutar lo que digo, así se ha conducido mi vida profesional.