Semana Santa

«Levantá» de Los Gitanos por las víctimas del terrorismo

La Cofradía emocionó un año más a los miles de devotos que se congregaron a su paso por la Puerta del Sol.
La Cofradía emocionó un año más a los miles de devotos que se congregaron a su paso por la Puerta del Sol.larazon

Dentro de la Iglesia los nervios estaban a flor de piel. Uno a uno, los nazarenos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias, Los Gitanos, fueron nombrados a viva voz por el Hermano Mayor. «No ha faltado ninguno. Por muy malo que estés, no puedes echar a perder el trabajo de tantos meses», explicó uno de los cofrades. De hecho, cinco minutos antes de comenzar, los músicos realizaban los últimos ensayos y retoques para asegurarse de que todo saliera bien. Entre los costaleros la frase más utilizada fue: «somos sus pasos, chicos, siempre con el corazón».Una vez bajo la talla, recibieron los ánimos del capataz y de las decenas de familiares que se amontonaban dentro de la Iglesia. Parientes que, con los ojos llenos de orgullo, explicaron que vivir las procesiones tan de cerca «es algo que se lleva dentro, un sentimiento que no se puede expresar con palabras».

A las 20:15 horas en punto, las puertas de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San Luis Obispo se abrieron de par en par. Minutos después, la Cofradía de Los Gitanos sacaba a Nuestro Padre Jesús de la Salud, con su cruz a hombros, ante los cientos de fieles que se amontonaron emocionados a las puertas de la iglesia. Entre ellos se encontraban Josefa y Claudia, que llevan más de cinco años acudiendo para «pedirle, sobre todo, salud» ya que llevan algún tiempo «faltas de ella», aseguraron con voz triste. «Hemos llegado aquí a la una de la tarde, nos vinimos nada más terminar de comer», recalcó Claudia, que explicó su previsión porque para ellas es importante verlo desde primera fila. Con media hora de retraso, la imagen de Nuestra Santísima de las Angustias, hizo su salida triunfal entre el humo del incienso y los aplausos y gritos de sus fieles en cada «levantá». Desde los balcones, la gente que miraba con devoción las imágenes, tiraba pétalos blancos a su paso.

Al llegar a la Puerta del Sol, cerca de las diez de la noche la Cofradía realizó un homenaje floral a las Víctimas del Terrorismo, con un especial recuerdo al reciente atentado en Estocolmo, antes de continuar con su recorrido por las calles de Madrid.