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Los agresores, que hoy pasan ante el juez, se niegan a declarar a la Guardia Civil

La Razón
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Tienen derecho a no declarar y eso es lo que les aconsejó ayer su abogado. Un letrado contratado por la familia de Lorena Gallego –la «enamorada» y obsesionada fan del periodista y principal imputada en el intento de homicidio de su mujer y su hija–, indicó a su clienta que no abriese la boca ante el interrogatorio al que le iba a someter la Guardia Civil, y eso hizo. La misma instrucción recibió su compinche, quien supuestamente contrató (a instancias de ella) a unos sicarios para urdir el sangriento plan contra la familia de González. Iván Trepiana, sin embargo, sí se había derrumbado en varias ocasiones ante los agentes de Tres Cantos desde que fue detenido. Sin embargo, en la toma de declaración oficial prefirió no hablar. No se sabe si seguirán la misma estrategia hoy ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Móstoles, al que correspondió el caso al pertenecer Boadilla (donde ocurrieron los hechos) al partido judicial de Móstoles. Los investigadores del Instituto Armado han preferido extinguir las 72 horas de plazo legal que tienen desde que detienen a una persona hasta que deben ponerla a disposición de la autoridad judicial. Se les acusa a cada uno de dos delitos de intento de homicidio, que acarrea una pena de hasta siete años y medio de prisión. Sin embargo, podría traducirse en asesinato al existir premeditación y alevosía en el plan.