Carreteras

Los conductores ebrios provocan tres accidentes cada día

Hasta este mes 888 personas que iban bebidas al volante se han visto involucradas en siniestros en la capital

El pasado viernes los agentes de la Policía Municipal estuvieron en Moncloa haciendo controles
El pasado viernes los agentes de la Policía Municipal estuvieron en Moncloa haciendo controleslarazon

MADRID- Cada día en Madrid, tres accidentes de tráfico están provocados por conductores borrachos. La cifra es menor que la de otros años pero sigue siendo inaceptable. «Hay que seguir concienciando a la gente de que conducir después de haber bebido es una irresponsabilidad», insiste la Policía. Y es que, según datos de la Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Municipal de Madrid, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre del presente año, 888 conductores ebrios se han visto involucrados en accidentes en la capital «y en casi el cien por cien de los casos el culpable del incidente es el conductor que ha bebido». De esta forma, y si la cifra siguiera una proyección lineal, terminaríamos el año con unos 1.100 accidentes causados por conductores bebidos. En el año 2012, en Madrid se produjeron un total de 1.298 choques de estas características, así que la reducción podría rondar los 200 a final de 2013.

Dormidos mientras soplan

Es decir, «las campañas de concienciación, las multas y los controles preventivos están funcionando y ofreciendo resultados», tal y como apunta el suboficial de la Policía Municipal de Madrid Francisco de Andrés Rodríguez. «Aún así, no podemos estar contentos desde el mismo momento en el que una sola persona coge el coche después de haber bebido». El agente, que lleva 25 años haciendo controles de alcoholemia y ya ha «visto de todo», asegura que «se nota que hay más concienciación y se ve con más frecuencia grupos de amigos que se ponen de acuerdo para que uno de ellos no beba y pueda conducir con seguridad». Sin embargo, advierte también de que «los números son una cosa y la realidad de la calle otra. Y, en la calle, cuando estamos en un control, seguimos viendo hasta casos de gente que va tan borracha que se queda dormida durante el proceso de soplar. Los que lo vemos con frecuencia sabemos del peligro que sigue habiendo y la gente tiene que meterse en la cabeza que eso es una barbaridad».

Baja el consumo

El éxito de la reducción de accidentes tiene varias explicaciones. En primer lugar, se observa un paulatino descenso de las personas que han consumido alcohol antes de subirse al coche. Mientras en 2011 un 5,5% de quienes soplaron en un control de alcoholemia dieron positivo, en lo que llevamos de año han pasado por el alcoholímetro de la Policía Municipal un total de 125.644 conductores y han superado el límite 4.429 de ellos. Es decir, un 3,6%. De ellos, 2.854 fueron detectados en los controles policiales, 687 habían cometido una infracción antes de que se les diera el alto (214 por presentar síntomas evidentes de haber consumido alcohol) y los 888 restantes que ya se han citado por estar involucrados en una colisión.

Otra razón que explica la bajada del consumo de alcohol al volante son las consecuencias a las que se enfrenta el infractor. Más allá de los terribles daños que se puede causar a los demás por conducir ebrio (más de 30 personas perdieron la vida el año pasado en la ciudad en accidentes en los que había alcohol de por medio), «la gente tiene que tener en cuenta las responsabilidades penales y económicas que puede tener». Así, quien conduce en estas condiciones debe saber que si al soplar en el alcoholímetro supera el 0,25 (miligramos por litro) se enfrenta a una falta administrativa que puede ser castigada con hasta 500 euros y cuatro puntos del carnet. Eso, siempre que no se supere los 0,60. Si sobrepasa esa cifra, entonces el infractor será imputado, perderá 6 puntos del carnet y tendrá que pagar los 500 euros de sanción. De hecho, la nueva ley de seguridad vial prevé que esa multa aumente hasta los 1.000 euros. Todo ello siempre y cuando se trate de un control preventivo ya que si la prueba se realiza por haber sufrido un accidente o cometido una infracción y se supera la tasa permitida, el conductor resultara autómaticamente imputado y se enfrentaría hasta a penas de cárcel, dependiendo de los daños que haya provocado.

De hecho, la mitad de los que han dado positivo en lo que llevamos de año han sido detenidos o imputados. Según los datos de la Policía Municipal, más de 2.200 personas han pasado por esa condición en estos nueve meses.

Los controles, en las salidas de Madrid

Los datos demuestran que los controles policiales «no tienen una intención recaudatoria sino preventiva», tal y como expone el agente Andrés Rodríguez. «Si quisiéramos recaudar más pondríamos los controles a la salida de las discotecas y las cifras serían mucho mayores. No lo hacemos porque lo que se busca es prevenir accidentes y concienciar de las consecuencias que para el conductor, y para los demás, puede tener el llevar un coche en esas condiciones». El suboficial asegura que «es de sentido común que si quisiéramos aumentar el número de positivos, lo haríamos».

Por esta razón, el suboficial explica que «la mayoría de los controles se sitúan en los accesos a la M-30 y en las salidas de Madrid, para evitar que se pueda recorrer grandes distancias saliendo a la carretera».

El 40% de los «cazados» es mujer

«Si hubiera que establecer un perfil de la persona que da positivo en un control diría que es un chico de aproximadamente 30 años. Sin embargo, a mí lo que me llama la atención es la cantidad de chicas jóvenes que superan las tasas permitidas en el test de alcoholemia. Cada vez crece más este número y hoy en día debe rondar el 60% de chicos y 40% de chicas». El subinspector De Andrés advierte de este fenómeno del crecimiento femenino en las estadísticas de positivos y confirma que la mayoría de quienes conducen bebidos son jóvenes. El agente matiza que «también hay mucha gente adulta a la que se la detecta después de comidas o cenas».