Política

Huelgas

Los líderes de la «marea blanca» se ahorraron 200 euros por cada huelga que no secundaron

La Razón
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Si en algo coinciden las cifras facilitadas ayer por la Consejería y por los sindicatos a la hora de evaluar el impacto de la huelga sobre el funcionamiento real de hospitales y centros de salud, es en señalar la importante caída experimentada en el seguimiento de estas jornadas. En ambos balances, el apoyo entre los profesionales que se sumaron al paro ha caído por encima de los 20 puntos. Este «pinchazo» puede explicarse a partir de la garantía ofrecida por la Consejería de que los hospitales externalizados consevarán a toda su plantilla y también si tenemos en cuenta las consencuencias que el hecho de sumarse a la huelga tiene sobre la nómina de los trabajadores. Según fuentes de Sanidad, cada jornada de huelga le cuesta de media al trabajador unos 200 euros, que deja de percibir en su nómina. Esto implica que un facultativo que haya decidido sumarse a las 18 convocatorias realizadas hasta la fecha por los sindicatos habría dejado de percibir cantidades que irían entre los 2.700 y 3.900 euros –se les descuenta unos 200 euros de media por jornada de huelga–. Algo que, por ejemplo, no les ocurrió a algunas de las cabezas visibles de los sindicatos. Tal y como público ayer LA RAZÓN, el presidente de AFEM, Pedro González, sólo se sumó a siete de los 17 paros que su sindicato-asociación promovió en los meses de noviembre y diciembre; es decir, a González sólo le descontaron unos 1.400 euros de su nómina, mientras que a un trabajador que secundó todas las huelgas a las que llamó González le descontaron en torno a 3.500 euros. Otro directivo de AFEM al que le salió especialmente barata la huelga de Sanidad del pasado otoño fue Pedro Yuste, y no sólo porque este médico compatibiliza su trabajo en la Sanidad pública en el 12 de Octubre con una consulta privada en la Clínica San Camilo. Y es que la Dirección de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad sólo tuvo que descontar un día de huelga a este destacado dirigente de AFEM de los 17 que convocó su asociación entre noviembre y diciemre. En el sindicato Amyts, su presidente, Julián Ezquerra –médico de familia y liberado sindical– sólo secundo dos de los días de huelga del total de ocho respaldados por su organización, por lo que en su caso, la huelga de otoño a la que llamó este líder sindical también le resultó bastante más «barata» de lo que le habría costado a cualquiera de los médicos que decidieran seguir sus indicaciones y protestar renunciando a parte de su sueldo. La Consejería de Sanidad ahorró un total de 15 millones de euros entre noviembre y diciembre por las huelgas que centenares de sanitarios secundaron, a diferencia de sus líderes sindicales.