Bruselas

Los parquímetros fuera de la M-30 llegarán primero a Usera y Valdezarza

Carabante recalca que abaratar las multas y el aparcamiento no incentiva el uso del coche, sino que evita que los efectos de la lucha contra la polución "recaigan sobre los que menos recursos tienen"

El Ayuntamiento de Madrid extenderá el estacionamiento regulado fuera de la M-30 en zonas con más demanda de aparcamiento que plazas disponibles, llevando el parquímetro en primer lugar a Usera y a Saconia, una zona del barrio de Valdezarza, pues ya lo han solicitado

El Ayuntamiento de Madrid extenderá el estacionamiento regulado fuera de la M-30 en zonas con más demanda de aparcamiento que plazas disponibles, llevando el parquímetro en primer lugar a Usera y a Saconia, una zona del barrio de Valdezarza (Moncloa-Aravaca), pues estos distritos ya lo han solicitado.

El delegado de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante (PP), ha adelantado en una entrevista con la Agencia Efe esta medida, que está incluida en Madrid 360, el plan con el que el alcalde José Luis Martínez-Almeida espera cumplir en 2020 los límites a las emisiones contaminantes y dar por superado Madrid Central.

"El Servicio de Estacionamiento Regulado lo que viene es a regular un exceso de demanda sobre la oferta. Es un buen sistema y por eso lo extenderemos a aquellas zonas donde sea necesario fuera de la M-30", señala Carabante.

El delegado alude a las zonas colindantes a los 14 aparcamientos disuasorios prometidos, donde puede haber "efecto frontera"y hablará con los responsables de los distritos.

El Ayuntamiento redacta ya los proyectos para estos primeros aparcamientos disuasoriosy trabaja para conseguir suelos, pues algunas de las ubicaciones elegidas pertenecen a Adif, al estar junto a estaciones de Cercanías.

Madrid estudia además la creación de plazas de alta rotación en zonas donde se haga "alguna gestión o alguna compra".

Los conductores podrían aparcar un máximo de 45 minutos en zonas comerciales, junto a centros de salud o ante las Juntas de Distrito para evitar los "kilómetros de circulación innecesaria"que se recorren para buscar aparcamiento.

El delegado (que quiere reordenar el tráfico en Plaza Elíptica, punto negro para la polución, y pide un carril bus en la A-42) defiende que abaratar las multas y el aparcamiento no incentiva el uso del coche, sino que evita que los efectos de la lucha contra la polución "recaigan sobre los que menos recursos tienen" y no pueden renovar su vehículo.

La limitación que impedirá circular en el interior de la M-30 a los vehículos sin etiqueta de no residentes empieza en 2022 para que quienes tienen menos recursos cuenten con dos años para renovar su coche con ayudas municipales, explica.

Carabante distingue su plan anticontaminación del de la exalcaldesa Manuela Carmena señalando que ofrece alternativas y no únicamente prohibiciones y carga contra la "improvisación"de Madrid Central, a su juicio "una medida estrella"que buscaba "aparentar que libraban la lucha contra la contaminación".

"Lo hicieron sin información y sin el régimen sancionador. No se sancionó a ningún vehículo B y C que de manera irregular entrara en Madrid Central y solo a los vehículos A (sin etiqueta) una vez al mes. Fue improvisada en su ejecución, estuvo mal planificado y se gestionó mal", asegura.

Alude a la falta de pantallas informativas sobre las plazas libres en aparcamientos o a los "miles"de recursos que reciben tras haber impuesto 87.000 multas en julio y 80.000 en agosto por accesos indebidos.

Además, Carabante defiende que permitir que circulen libremente en este área los coches con etiqueta C con dos personas no implica la entrada de más vehículos, sino que habrá "menos coches circulando por la ciudad de Madrid"porque se incentiva el coche compartido.

"La alta ocupación es un concepto moderno, inteligente y sostenible de la movilidad que nos van a copiar, estoy seguro, muchísimas ciudades del mundo", sostiene.

El concejal se compromete además a extender Bicimad y estudia si externaliza el servicio en función de qué fórmula ofrezca el mejor coste y calidad, además de defender un modelo de autobuses que supere la organización radial con líneas circulares que creen una red "mucho más mallada".

Además, tiene previsto aprobar un nuevo plan director de movilidad ciclista que dé continuidad a los trayectos y se marca como reto "ordenar"a bicicletas y patinetes.

El delegado confía en cumplir en 2020 por primera vez los topes de emisiones marcados por la Unión Europea, que Madrid rebasa desde 2010, gracias a la línea de autobús gratuita en el centro, los aparcamientos disuasorios o la prohibición de que los coches sin etiqueta ambiental aparquen en la almendra central desde el 1 de enero.

"No tememos a Bruselas sino más bien al contrario. Vamos a explicarles con garantías y con certeza que esas propuestas nos van a permitir cumplir", defiende.

El responsable de Medio Ambiente asegura además que no hay "alarmismo"por la crisis climática, como afirmó el expresidente José María Aznar, sino concienciación sobre la contaminación que "siempre es buena". María López/Efe