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Los sindicatos de Policía, indignados

Advierten a «su» concejal de Podemos de que no se puede «politizar» el Cuerpo

La Razón
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El Área de Prevención Ciudadana, Seguridad y Salud del Ayuntamiento de Madrid, que integrará la gestión de Policía Municipal, Bomberos y Samur, será asumida dentro de pocos días por Javier Barbero, un psicólogo clínico del Hospital de La Paz vinculado al movimiento «Marea Blanca» y miembro del círculo de Sanidad de Podemos. Dejando aparte la paradoja de que sea el «núcleo duro» de Ahora Madrid quien asuma la jefatura de la Policía Municipal de la capital, parte del programa del partido instrumental que asumirá el bastón de mando de la capital el sábado, habla de novedosas y ambiguas medidas para los agentes municipales que no han sentado del todo bien en la plantilla de funcionarios. Además de tratar de «fomentar la sensibilidad hacia las minorías sociales a través de la formación continua de agentes» o

explicar «cómo actuar correctamente» en situaciones críticas como desahucios o manifestaciones, Barbero estaría estudiando eliminar las UCES, es decir, los «antidisturbios» de la Policía Municipal, una medida drástica que ha dejado perplejos a muchos agentes. «Quizás pueden cambiar sus funciones, que no desarrollen labores de contención, sino de apoyo a las unidades de distrito, pero su desaparición total es un disparate porque ha habido una inversión brutal en material y en formación de los agentes y se trata de un elemento de apoyo vital». Es la opinión de Julián Leal, portavoz del sindicato mayoritario en la Policía madrileña (CPPM). Y es que la marca de Podemos en la capital tendrá que afrontar ahora situaciones que siempre han criticado pero que son dictadas por un juez, como el caso del apoyo policial a las comisiones judiciales que ejecutan un desahucio. «Es una patata caliente que nadie quiere hacer pero es la orden de un juzgado y un policía tiene la obligación de cumplirla», explica Leal. Y es que algunos críticos con la nueva formación aseguran que lo que, desde luego, no va a hacer un policía es «aceptar órdenes manifiestamente ilegales» como sería no acatar la orden de un juez. «El colmo sería que otra jueza decidiera no cumplirlas», aseguran, en alusión a Carmena.

Otro de los puntos conflictivos es, precisamente, el de que «enseñarán» a los agentes a actuar en determinadas situaciones. «Estamos dispuestos a escuchar mejoras y a asistir a formaciones pero un Cuerpo con 175 años de historia sabe cómo hacer su trabajo». Leal dice que a «ningún agente» se le ocurriría «ir a La Paz a “enseñar” a médicos y enfermeras cómo realizar su trabajo», en referencia al puesto de trabajo del que será el concejal de Seguridad. «Lo único que esperamos es respeto. Nos parece vital que la Policía no sea politizada y que nos dejen trabajar. Nuestra labor es cumplir y hacer cumplir la Ley». Pero lo que más molesta a este sindicato policial es que a la hora de elaborar nuevas medidas no se hayan reunido con el sindicato mayoritario. «Nos llama la atención que se esté trabajando de espaldas a las necesidades de los agentes y a la realidad de este cuerpo», insiste Leal, que considera que desde Ahora Madrid están desarrollando un modelo policial sin conocerlo.