Los vecinos de San Fermín se quejan del ruido y el caos causado por el Mad Cool

El entorno de la Caja Mágica se ha convertido este fin de semana en el epicentro musical de la ciudad, de jueves a sábado, gracias la celebración por primera vez en la capital del festival Mad Cool. Este evento ha tenido, sin embargo, una cara no tan amable y festiva para los vecinos de San Fermín. El excesivo ruido hasta las tres de la madrugada todos los días del festival, la práctica generalizada de «botellón» en numerosos puntos del barrio y la imposibilidad para encontrar aparcamiento son tres de las principales quejas de los vecinos. Ana destaca que el caos circulatorio ha complicado la vida a las personas que viven en las proximidades de la Caja Mágica: «Muchos de los asistentes al festival han aparcado en lugares no habilitados, invadiendo carriles de circulación. En varias intersecciones era casi nula la visibilidad y eso supone un riesgo para todos», lamenta esta vecina, que además relata cómo los agentes municipales «hacían la vista gorda» ante estos comportamientos. Juan, también vecino de San Fermín, cree que «la experiencia debe servir al Ayuntamiento para no volver a permitir la celebración de un concierto al aire libre», porque «los que vivimos aquí, a los que el Gobierno municipal también tiene que defender, no hemos podido dormir durante tres días». A todo ello se unen las quejas sobre la práctica del «botellón» en varios puntos del barrio, incluidas algunas áreas de juegos infantiles. Varios residentes de San Fermín denunciaron el jueves en las redes sociales el cierre sin previo aviso del Parque Lineal del Manzanares. Algunas personas que no se percataron del cierre de las puertas del parque quedaron «encerradas» en su interior, incluidos algunos equipos de fútbol infantiles que a esa hora tenían programadas actividades de entrenamiento. Dentro del recinto, además, dos mujeres y un hombre fueron detenidos tras ser «pillados» practicando robos en las mochilas y bolsos de los asistentes.