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Luces, cámara... M-30

La Razón
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Madrid es una capital de cine. Así lo demuestra la cantidad de series, películas y anuncios que se han rodados en sus calles en los últimos tiempos. Y es que en nuestra región no hay una estatua de la libertad, un Big Ben o una Torre Eiffel que la identifique al momento en cualquier escena, y es precisamente esa versatilidad lo que convierte a esta ciudad en el escenario ideal para un rodaje, algo que no ha pasado desapercibido para muchos directores de cine.

Un ejemplo de lo camaleónica que puede resultar Madrid lo encontramos en la película «El ultimátum de Bourne», ganadora de tres Oscar, dirigida por Paul Greengrass y protagonizado por Matt Damon, en esta cinta el protagonista pasa por distintos lugares de la capital como la estación de Atocha o el Paseo de la Castellana. Pero además, en un momento de la trama Jason Bourne se encuentra en la ciudad italiana de Turín, pero lo que muchos espectadores desconocen es el que esa escena se rodó en la plaza de las provincias de Madrid, que durante unos días se llenó de banderas italianas,y en otro lugar emblemático de la ciudad, el Café del Príncipe, que emulaba a un mítico café italiano. Y es que la capital es un gran escenario para las películas de acción, de hecho,ahora están muy solicitados los túneles de calle 30, informan desde Madrid Film Comission.

Es muy difícil determinar un escenario estrella para rodajes en la capital, ya que la variedad es abundante. Siguiendo por el ámbito internacional «La fría luz del día» es otra película «Made in Madrid», sus protagonistas: Bruce Willis, Henry Cavel y Sigourney Weaver pasaron la mayor parte de la filmación en distintos lugares de la capital como Ciudad Universitaria, Pitis, el Parque del Retiro, Ventas y proximidades de la calle Bailén. «La lista» protagonizada por Ewan Mcgregror, Hugh Jackman y Michelle Williams también tiene lugares de la capital como escenarios principales. Retrocediendo unos años, concretamente al año 1965, Madrid se convirtió en Moscú en la película «Doctor Zhivago» donde la estación de Delicias, cubierta por un espeso manto de nieve, se convirtió en la capital Rusa.

Madrid, el referente del cine

Pero si hablamos del panorama nacional, Madrid es la ciudad de cabecera del cine español. Álex de la Iglesia eligió la Puerta del Sol y el Palacio del Infante Don Luis en Boadilla, entre otros, para rodar «Las brujas de Zugarramurdi», galardonada en la última edición de los premios Goya con ocho estatuillas. Pero no es la primera vez que el director vasco elige los grandes edificios de la capital para rodar sus películas. En «La chispa de la vida» pudimos ver a José Mota en una de las cuatro torres o a Santiago Segura colgado del cartel de Schweppes en «El día de la Bestia»; o a Carmen Maura huyendo de sus excéntricos vecinos trepando por el edificio del BBVA en «La Comunidad», por nombrar algunos ejemplos. Pedro Almodóvar, el director español más internacional, también tiene a Madrid como su ciudad de referencia, quizás menos a los grandes edificios, y más a los barrios más obreros de la capital como Vallecas, donde transcurría la mayor parte de «Volver», aunque también ha utilizado monumentos emblemáticos como la Plaza Mayor para sus rodajes, un ejemplo de ello es la escena de Marisa Paredes y Leo Macías en «La flor de mi Secreto». No podíamos dejar dejar pasar la mítica escena de «Abre los ojos» en la que aparece Eduardo Noriega solo caminando por un Gran Vía absolutamente desierta, sin duda, una de las escenas grabadas en Madrid más famosas de la historia del cine español.