La capital triplica en dos años el número de horas con alta polución

Cualquier madrileño que se encuentre en la esquina entre la calle Monforte de Lemos y la avenida de Betanzos, en el Barrio del Pilar, un viernes de enero a las nueve de la noche debe ser consciente de que se encuentra en el momento y el lugar que soporta más contaminación de toda la ciudad a lo largo de todo el año. Algo así como la zona cero del «nitrogenazo» en Madrid con los datos de 2015 encima de la mesa. El Ayuntamiento públicó ayer la memoria «Calidad del Aire» en el que la capital volvió a suspender en el control del dióxido de nitrógeno (NO2) y del ozono.

Precisamente la superación de los límites máximos de NO2 motivó en noviembre –10,11, 12 y 13– y diciembre –1, 2 y 3– la activación del protocolo anticontaminación aprobado por el Ejecutivo de Ana Botella (PP), lo que incluyó limitaciones en zona SER y la reducción de los límites de velocidad. Si se repiten estos episodios, se activará el nuevo protocolo aprobado por Carmena, aún más restrictivo.

Según los datos de 2015, las estaciones de medición marcaron niveles altos de dióxido de nitrógeno, por encima en muchos casos del límite medio anual de 40 microgramos por metro cúbico, lo que se considera el máximo para la protección de la salud humana. Trece de los 24 puntos de control superaron esa barrera. Cuatro de estas estaciones rebasaron incluso el valor de los 50 microgramos: Plaza de España (51), Escuelas Aguirre (58), Plaza del Carmen (50) y la situada en Fernández Ladreda (58).

Otro de los baremos que varias de las estaciones incumplieron respecto al NO2 es el que controla el número de superaciones del valor del límite horario a lo largo del año. El límite para la protección de la salud está en las 18 superaciones al año. En total, ocho estaciones sobrepasaron este máximo. Por encima de todas, la estación de Barrio del Pilar, que acumuló 95 superaciones. Por detrás de este punto, también suspendieron Ensanche de Vallecas (71 superaciones del valor límite horario), Ramón y Cajal (65), Fernández Ladreda (63), Villaverde (62), Sanchinarro (48), Escuelas Aguirre (39) y Cuatro Caminos (28). Sumadas todas las superaciones horarias de NO2, 2015 acumuló 539 horas, contando todas las estaciones, frente a las 215 de 2014 y las 158 de 2013. Llama la atención un dato, que está relacionado con la influencia del tráfico rodado en los niveles de dióxido de nitrógeno –al tratarse de un contaminante que emiten sobre todo los vehículos diésel–, ya que ocho de las nueve estaciones de tráfico superaron la media anual de los 40 microgramos por metro cúbico que está marcado como valor límite anual. Asimismo, cinco de ellas también rebasaron el máximo de 18 horas de superación del valor límite horario de 200 microgramos por metro cúbico. El 70% de las superaciones del límites de NO2 se registró entre las 20 y las 23 horas. Los viernes acumularon el 24% de estos incumplimientos seguidos de los miércoles (20%), los jueves y los martes (13%), los lunes y los sábados (12%) y los domingos (6%). Respecto al reparto por meses, enero concentró el 38% de las superaciones, por delante de diciembre (35%) y noviembre (23%).

El otro frente en el que se registraron malos datos es la medición del ozono. La legislación marca que el límite para la protección de la salud de 120 microgramos por metro cúbico no debe superarse en un punto de medición más de 25 veces en un promedio de tres años (2013-2015). Sin embargo, nueve de las 14 estaciones que miden este contaminante sí lo han sobrepasado. El Pardo y Casa de Campo, con 56 superaciones, representan los peores puntos.