Ciudad Lineal
Menores, alcohol y sobreaforo en El Cortijo
La Policía Municipal irrumpe en una fiesta latina de Ciudad Lineal. Se publicitaba en las redes sociales como «gran botellón» y ofrecía entradas a dos euros
Sobreaforo, menores, alcohol y drogas. El «coctel» se servía en el bar Cortijo, en el 24 de Gutierre de Cetina, en el distrito de Ciudad Lineal.
Sobreaforo, menores, alcohol y drogas. El «coctel» se servía en el bar Cortijo, en el 24 de Gutierre de Cetina, en el distrito de Ciudad Lineal. Una fiesta denominada «gran botellón», publicitada a través de las redes sociales, congregó el viernes pasado a más de medio centenar de jóvenes en el local, de escasos 75 metros cuadrados. Los agentes tutores de la Policía Municipal del distrito identificaron la tarde del viernes a varios adolescentes en las inmediaciones de la calle Alcalá y les comunicaron que se dirigían a la fiesta, al parecer, a la celebración de un cumpleaños. Unas horas más tarde, El Cortijo y los alrededores del local estaban atestados de jóvenes, latinos en su gran mayoría, y algunos de ellos simpatizantes del grupo violento Lating King, según fuentes policiales. Habían llegado desde distintos puntos de la región para asistir a la fiesta.
Además, en la entrada del bar había un cartel publicitario en el que anunciaban que todos los viernes se celebraba la fiesta denominada «gran botellón». En el momento en el que la Policía irrumpió en el bar, se encontraban en el interior del local 55 jóvenes, mientras que el aforo máximo permitido en la licencia era sólo para 26 personas. De ellos, sólo una decena era mayor de edad; el resto, no había cumplido los 18 años.
En la licencia de actividad El Cortijo consta como bar especial, es decir, como un pub de noche, por lo que no estaba permitida la entrada a menores de edad. A pesar de ello, los camareros servían alcohol de forma indiscriminada, según las mismas fuentes. De hecho, los asistentes tenían que abonar una entrada de dos euros para poder acceder al interior. El reclamo publicitario a través de las redes sociales y el accesible precio de las copas animaron a la clientela. El Cortijo se llenó y el ambiente era el de cualquier local de copas pero con elementos «caseros»: los equipos de sonido estaban en funcionamiento conectados a un ordenador portátil utilizado como amplificador, había luces de colores ambientadas como si se tratase de una discoteca con bolas giratorias y, por supuesto, había mucho alcohol. Eso sí, los combinados se servían en vasos de plástico.
Los agentes tutores de Ciudad Lineal dieron por terminado el guateque y comenzaron a pedir a los asistentes sus DNI. La Policía Municipal comprobó entonces que el 80 por ciento de los asistentes era menor y, además, en uno de los cacheos practicados a uno de ellos, encontraron estupefacientes.
Los agentes procedieron al desalojo del establecimiento y solicitaron al propietario las licencias pertinentes, pero en ese momento no tenía ningún tipo de documentación.
No había tramitado el cambio de titularidad (el local llevaba apenas un mes abierto con esos dueños), no tenía seguro de responsabilidad civil y no funcionaban los extintores, entre otras irregularidades. La Policía ya ha cursado el acta de denuncia y ahora será la Junta Municipal del Distrito quien aplique las correspondiente sanción.
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