J.V. Echagüe

El constructor «rencoroso» que denunció las obras de Monasterio y Espinosa

La diputada de Vox señaló al responsable de la obra de su vivienda como el inductor de la orden del Ayuntamiento de cerrar y precintar su chalé

Rocío Monasterio, ayer, en la Asamblea de Madrid, donde ofreció explicaciones sobre el precinto de su chalé
Rocío Monasterio, ayer, en la Asamblea de Madrid, donde ofreció explicaciones sobre el precinto de su chalélarazon

La líder de Vox detalla en Twitter la falta de la licencia que le exige ahora el Ayuntamiento y asegura que todo se debe a un "denunciante rencoroso"

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha defendido este miércoles quela clausura y precinto de una parte de su vivienda y la del portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, se debe a años de un "laberinto burocrático agravado por un denunciante rencoroso".

La líder de VOX en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha salido al paso de la noticia de ayer que informaba del precinto de su casa, en el distrito de Chamartín, por parte del Ayuntamiento. El motivo es que ella y su marido, Iván Espinosa de los Monteros, se habrían saltado uno de los pasos burocráticos tras emprender la reforma de la vivienda en 2012: entregar la documentación de la licencia de primera ocupación.

Monasterio ha dedicado un completo hilo de Twitter para explicar lo que, en su opinión, ha sucedido. "Muchos españoles conocen la sensación de que la burocracia les asfixia pese a sus intentos por crear, trabajar, crecer, mejorar, avanzar. Este es solo un ejemplo de ello, pero uno más que explica por que en @vox_es hablamos siempre de simplificar procesos y reducir la burocracia", comenzaba.

La diputada de la Asamblea de Madrid reconoce que llevan "años en un laberinto burocrático agravado por un denunciante rencoroso. Y últimamente, sufriendo las filtraciones de algún apparatchik que avisa a la prensa antes de que nos lleguen a nosotros mismos las notificaciones". Del mismo modo, señaló los años que han estado "haciendo perder el tiempo a ímprobos funcionarios del Ayuntamiento, que están constreñidos por procelosos procesos burocráticos".

Monasterio ha detallado que "llevamos 9 años cumpliendo con cada paso de la ordenanza para intentar llegar al final del proceso. Años pagando todas las tasas necesarias (alguna dos veces). Años pagando el IBI actualizado, sin la licencia actualizada".

Así, ha explicado el caso año por año. En 2010 "adquirimos una vieja casa. Aunque nos suele gustar más la rehabilitación de espacios antiguos, en este caso lo mejor que tenía la casa que compramos era una edificabilidad no agotada. Así que diseñamos con mucha ilusión una casa nueva para nuestra (creciente!) familia",

Ya en 2011, "en pleno embarazo de mi cuarta hija, acometemos la demolición de la casa anterior, con la preceptiva licencia. La demolemos con unos especialistas con los que no hubo problema alguno. Mientras, pagamos y esperamos la obtención de la licencia de obra nueva, y pedimos varios presupuestos a constructores para empezar la nueva casa".

En agosto de ese año "nos otorgan la licencia de obra que habíamos pedido para construir nuestra nueva casa con despacho profesional en una parte del sótano. Pagamos las respectivas tasas administrativas más el impuesto de construcción".

Entre 2012 y 2013, y "tras seleccionar a un constructor recomendado por un tercero (vaya favor nos hicieron), aguantamos dos largos años de obra. Pese a errores graves cometidos por el constructor, le pagamos el 95% del presupuesto acordado, e innumerables extras que le van saliendo. Al final de 2013, surge el primer conflicto con el constructor por las cantidades restantes, y sale de la obra sin rematarla".

Después, en 2014 "tenemos que meter a nuevos contratistas para rematar y corregir lo que no ha hecho o ha hecho mal el anterior. Por fin terminamos la obra!". Así, "pagamos por primera vez las tasas de licencia de primera ocupación y funcionamiento. El Ayuntamiento nos exige el certificado de fin de obra, suscrito por el arquitecto y el aparejador. Preparamos el nuestro, pero el aparejador, que es del entorno del constructor, no responde".

Por ello, "ante la evidencia de que hemos acabado la obra, que tenemos una nueva vivienda, y que estamos intentando obtener la licencia de primera ocupación, realizamos la correspondiente nueva inscripción en el Catastro. El Ayuntamiento de Madrid nos cobra un nuevo Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por la totalidad de los m2 construidos. El nuevo IBI es 5 veces más que por el anterior. La casa, no. Pagamos".

Un año después "seguimos sin que el aparejador responda. Llevamos más de dos años esperando! Desesperante. Finalmente conseguimos que el aparejador nos vise el final de obra. Y en julio de 2016, volvemos a pagar (van dos) la tasa para obtener la licencia de primera ocupación".

En 2017, un técnico del Ayuntamiento inspeccionó la obra. Ya en 2018, "nos requieren que actualicemos los planos, y modifiquemos la licencia original. Cumplimos con todo para adecuarnos a la ordenanza municipal. Se interrumpe la licencia de ocupación, mientras se modifica la licencia".

El matrimonio creía que "al fin obtendríamos la licencia. Nada más lejos de la realidad. El litigio con el constructor se judicializa. Y además el propio constructor nos denuncia ante el Ayuntamiento por la falta de licencia de actividad en el despacho...que él mismo ha estado bloqueando! Mientras tramitamos esa licencia, el Ayuntamiento nos exige cerrar el despacho. Recurrimos administrativamente y el Ayto. lo acepta, pues comprueba que está en trámite la modificación de la licencia. Pero ay! Mientras tanto caduca la licencia de obra que teníamos desde 2010"

Ya este verano, el Ayuntamiento les notifica el precinto de la oficina, "salvo que obtengamos en este plazo tanto la licencia de funcionamiento como la reactivación de la licencia de obra caducada. ¿Estáis ya aburridos? Pues imaginaros nosotros".

Almeida: «No hay ninguna polémica»

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aseveró ayer que no existe «ninguna polémica» en el precintado del chalé de los dirigentes de Vox, Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros. Según explicó el alcalde, la orden de clausura responde a un procedimiento que lleva «unos años» en curso, del que se han encargado «los técnicos del área de Urbanismo» y que finalmente ha concluido con una resolución «que debe ser ejecutada».