Parlamento Regional
Monasterio pide que la inviten a la mesa para poder negociar un pacto
«Voluntad de entendimiento» en un primer contacto en el que no se ha hablado de puestos.
«Voluntad de entendimiento» en un primer contacto en el que no se ha hablado de puestos.
«Hay un clima de entendimiento para poder llegar a acuerdos», aseguró ayer la candidata del PP a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, después de reunirse con su homóloga de Vox, Rocío Monasterio, cuyos votos necesita junto con los de Ciudadanos para poder formar Gobierno. Ambas destacaron su voluntad de llegar a un acuerdo entre los tres partidos y aseguraron que no se ha hablado de puestos en este primer contacto entre «socios», como calificó Monasterio.
Sin embargo, debajo del respeto y cordialidad que, insistieron, ha protagonizado este primer encuentro, subyace la tensión de los desencuentros posteriores al pacto andaluz también entre las tres fuerzas. Y es que pese que la candidata de Vox se mostró encantada de haber conocido «a uno de sus socios» tras la reunión con Díaz Ayuso, recordó a Aguado que «para gobernar cuatro años hay que hablar con los socios de legislatura». E insistió en que «estamos dispuestos a ceder cosas, pero lo que es difícil es que haya un acuerdo si no nos invitan» a la mesa de negociación. Así, tendió la mano al señalar que «nosotros no identificamos los puestos con el respeto a nuestros votantes», pero apuntó que fue Cs quien dijo que el acuerdo en Andalucía era «papel mojado, y eso es no respetar a los votantes de Vox».
Por su parte, el candidato de la formación naranja, Ignacio Aguado, había afirmado por la mañana tras su reunión con el líder de la lista más votada, el socialista Ángel Gabilondo, que su socio preferente para negociar es el PP y que, si bien estaba dispuesto a sentarse con todos, incluyendo con Vox, «otra cosa es negociar», así que será el resto de formaciones los que decidan si apoyan su programa de gobierno con el PP o no. Con todo, Aguado también abrió ayer la mano para facilitar la gobernabilidad en Madrid puesto que explicó que «no van a aceptar lo que contravenga a ese acuerdo programático» pero no tienen problemas con lo que «no afecte» a lo acordado.
Entre dos aguas y con la responsabilidad de conjugar los dos partidos necesarios para su investidura como presidenta, Ayuso repitió ayer que «tenemos interés en que salga esto adelante tanto el PP como Ciudadanos y Vox», por lo que «hace falta un acuerdo entre los tres» porque «es mucho lo que nos une y es lo que nos piden los madrileños». Además, señaló que no tiene problemas en hacer reuniones a tres o de uno en uno, y que habrá transparencia en el acuerdo cuando se hayan reunido, porque sobre agendas y encuentros previos tan sólo sirve para «enfangar» la negociación.
La candidata del PP trataba así de calmar las aguas que, se habían revuelto ligeramente con Ciudadanos debido, como explicaron después ambas formaciones, a un malentendido en las agendas. Así, Aguado había emplazado a los medios de comunicación a una reunión formal hoy con el PP para comenzar a estudiar el pacto. Sin embargo, trascendió que se había convocado una a primera hora de la tarde, antes de la no anunciada previamente con Vox. El equipo negociador del PP reservó la sala y regresó con las manos vacías tras constatar que en Cs no constaba dicho encuentro.
Les corre prisa a ambos cerrar un primer acuerdo en la mesa de la Asamblea, de la que Aguado reclama la presidencia y Díaz Ayuso considera precipitado hablar. Mientras, Monasterio valoró que «se puede llegar al martes sin acuerdo» –dando la presidencia al PSOE–, puesto que hay tiempo para llegar a uno antes de la investidura.
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