Muere una niña en Rivas al caerle un columpio encima

La tragedia se cernió sobre el barrio de Covibar, situado en la localidad de Rivas-Vaciamadrid. Samira, una niña de tan sólo 11 de años de edad, de origen marroquí y nacionalidad española, falleció en un parque en el que se divertía los días de diario antes de ir a clase por la tarde.

La tragedia se cernió sobre el barrio de Covibar, situado en la localidad de Rivas-Vaciamadrid. Samira, una niña de tan sólo 11 de años de edad, de origen marroquí y nacionalidad española, falleció en un parque en el que se divertía los días de diario antes de ir a clase por la tarde. El parque, junto a la casa de la pequeña, se encuentra situado en la plaza de Rafael Alberti, a pocos metros del colegio El Olivar donde estudiaba la víctima. Según una de las vecinas, «la niña estaba jugando a columpiarse y ese balanceo provocó que la estructura comenzara a tambalearse. Cuando quiso bajarse, el palo cedió y le dio en la cabeza». Fue entonces cuando la pequeña cayó al suelo junto al columpio y éste la golpeó en la parte posterior de la cabeza. Otra niña que jugaba con la víctima en el parque resultó herida, aunque sólo tenía un rasguño en una pierna y pudo acudir a clase por la tarde.

Tras ver el accidente, fueron varios los testigos que avisaron al Summa y corrieron a auxiliar a la menor. Desde el primer momento se temieron lo peor, aunque cuando llegaron hasta la pequeña «uno de los vecinos comprobó que aún tenía pulso», según declaró ayer Miguel, uno de los primeros en llegar a la zona. Por su parte, María, otra de las habituales de la plaza, protestaba porque los servicios de Emergencias «tardaron más de veinte minutos en venir». Cuando llegaron, los efectivos del Summa comprobaron que la niña presentaba un traumatismo craneoencefálico severo y se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Intentaron reanimarla durante más de 45 minutos y, ante la falta de respuesta, tuvieron que certificar el fallecimiento de la pequeña.

Samira tenía tres hermanas y un hermano. Al parecer, fue este último quien avisó a sus padres de lo que había sucedido, ya que en el momento en el que se produjo el accidente ninguno de los progenitores se encontraba en el lugar de los hechos. Tanto el padre como la madre se desplazaron rápidamente al parque, donde ya se encontraban algunos familiares y profesores del colegio en el queestudiaba. Al ver lo sucedido, familiares y amigos tuvieron que auxiliar a la madre de la menor y llevarla a su casa después de que ésta sufriera una crisis de ansiedad.

Por su parte, el padre, Ali Aghmir, se quedó en todo momento junto al cuerpo de la pequeña y dando a la Policía las explicaciones pertinentes. Ali no dejaba de lamentarse ante la tragedia porque «era una niña muy buena».

Según ha podido saber este periódico, la familia, que llevaba más de una década en nuestro país (de hecho, Samira nació en España), eran muy queridos en el vecindario, por lo que todos los allí presentes se encontraban consternados con la noticia. «El padre y la madre son muy amables, siempre que los veía me preguntaban qué tal estaba. Al enterarme me he quedado sin palabras», declaró una de las vecinas que se encontraban allí y que tuvo la oportunidad de dar el pésame a la desolada madre.

La investigación

Aún se desconocen las causas por las que se produjo el accidente, que está siendo investigado por la Policía Científica de la Guardia Civil, pero todo apunta a que se debe a un mal anclaje del columpio que, según fuentes de Emergencias, se venció justo por la base, con tan mala suerte que golpeó a la niña en la nuca en el momento en el que trataba de bajar. Un comunicado del Ayuntamiento de Rivas informaba que el área infantil donde jugaba la niña se remodeló en el año 2011, momento en el que se instaló el columpio. Al parecer, el juguete había pasado las revisiones pertinentes. De hecho, el pasado jueves 23 de enero, la empresa instaladora, que también se ocupa del mantenimiento, realizó la última revisión para asegurarse del buen estado de los columpios. Los técnicos que realizaron dicha revisión no detectaron ningún fallo.

A pesar de ello, muchos de los vecinos se quejaban ayer de las condiciones en las que se encontraban esos columpios y otros muchos de la zona. El padre de la menor protestaba porque «no estaba atornillado, no había cemento, nada. Estaba mal puesto en la arena».

Serán los agentes de la Policía Científica quienes determinarán cuál fue el motivo de que cediera la estructura del columpio. El Ayuntamiento de Rivas declaró ayer dos días de luto y anunció la celebración de un Pleno Extraordinario. Samira, y la rabia ante la pérdida de la pequeña, se encontraba ayer en la mente de todos.